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La bochornosa estación del verano se acercaba a Paradis y con ella una gran fecha que tenía impaciente a toda una nación.

Hace tan solo tres semanas la Emperatriz Zaí fue bendecida con dos preciosos bebés; la heredera del Imperio; Zenary Kabáh y su hermano menor, por tan solo dos minutos de diferencia, el Príncipe del Imperio Nezary Kabáh.

Fueron noticias afortunadas realmente, hace mucho tiempo no se tenía un famoso doble embarazo y sobre todo a unos mellizos. Pero también algo que preocupó a su nación y a la hermana menor de la Emperatriz, pues un doble embarazo significaba peligro para la mujer que lo llevara. Además que el estado de salud de la emperatriz no era el mejor, pero según informes todo había salido absolutamente bien.

—El Imperio festeja el nacimiento de una princesa y un príncipe. —murmuró Kenny mientras limpiaba sus armas blancas con impaciencia.

Tener dos herederos en solo un embarazo significaba ventaja ante sus ojos.

—Desconocía que era común en los Kabáh tener más de un hijo en solo un embarazo, era información que nos privaron. —habló Roeg hacia los representantes del Imperio.

—Es un factor que se repite en ciertas generaciones. La madre de la abuela de Alizel fue fruto de un doble embarazo. —contestó Akaya—De igual forma el personal de su majestad ya conocía esta información, ¿por qué cree que solicitamos a las Doctoras de nuestra nación?

—Se trata del hijo de mi sobrino, que resulta ser el futuro heredero de Paradis. Claro que es de vital importancia informarnos. —habló Kenny furioso en un intentó de intimidar.

—Hija. —dijo el Rey finalmente.

Su tío volteó hacia él, le dirigió una mirada indignada y no contestó.

—Tiene razón, mi lord. Para nosotros es conocimiento básico, pero ustedes no sabían y debimos informarlo. —habló Kezal hacia el noble de Paradis—Sin embargo, es muy poco probable que su majestad tenga un doble embarazo. Las parteras ya lo habrían notado de inmediato.

—Nuestro doctor igualmente ya lo hubiese predicho. Pero en algún caso futuro, ¿qué riesgos existen para Alizel si resultara tener uno? —preguntó Zackly cruzando sus brazos.

—Su majestad ya lleva ocho meses, no hay doble embarazo pero de serlo así hay riesgos que en el Imperio se toman un poco diferente que aquí. —contestó Kezal preocupando a los eldianos.

—¿Diferente en qué aspecto?—preguntó Roeg, por primera vez, con ligera preocupación hacia su Reina.

—Bueno, en el Imperio si el embarazo resulta complicado se le da prioridad a los hijos, aún si la madre es joven.—contestó Akaya alterando a los hombres en la sala, exceptuando a su compatriota—Tenemos la creencia de que la madre no resiste ya que sus hijos han obtenido toda su fuerza de ella y por ende se debe procurar la vida de los bebés sobre la de su progenitora.

GOD SAVE THE QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora