Inspirada en la trágica historia de amor de Lady Diana y con los personajes del mundo de Attack On Titan de Hajime Isayama.
Paradis esta en una crisis, necesitan una fuerte alianza para sobrevivir a Marley o enfrentarán una guerra que cobrará la vid...
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Lo que inició como una manera de mantener ocupada a la Princesa para que dejara las discusiones a lado con la antigua heredera, se convirtió en una gira exitosa por la Muralla María.
No era que Jean haya querido opacar el tratado de paz, simplemente el corazón de la Princesa irradiaba más para aquellos que jamás habían dejado la oscuridad. Los enamoraba con tan solo unas palabras, el Rey comenzaba a ser la envidia de sus mismo pueblo.
La popularidad de Alizel solo aumentaba cada vez mas, no solo en la Isla Paradis, sino que también en otras naciones pues debido a los medios de la Isla, el resto del mundo se enteraba de cada acción que la pronto a ser reina realizaba.
—Ha roto un récord alteza, ninguno de sangre azul antes había recorrido la muralla María en menos de doce días. —habló Jean mientras interrumpía en la sala de la Princesa.
La escena le borró la sonrisa al asistente. Alizel se aferraba nuevamente al teléfono mientras que lágrimas caían por su pálido rostro, el Rey le había rechazado otra llamada.
—¿Debería marcar otra vez? Roeg dijo que él realmente esta ocupado. —sollozó Alizel ocasionando lástima en el corazón de Jean.
—Un tratado de paz para una guerra de más de cien años no se firma de la noche a la mañana alteza, el Rey le llamará, estoy seguro. —ánimo Jean acercándose para que soltara el teléfono, Alizel lo hizo y volteó a él—El Duque de Stohess solicitó una cita con usted, le comenté que hoy era el único día disponible que tenía, ¿lo hago pasar o lo agendo para después?
Alizel limpió su rostro rápidamente, se enderezó y negó hacia Jean.
—No puedo hacer esperar al tío de mi prometido, ¿cierto? Lo veré en el jardín trasero. —contestó Alizel con una ligera sonrisa.
—Lo que ordene, alteza. —habló Jean y salió por la misma puerta por la que entró.
Minutos después entró Rosie junto al resto de las doncellas para preparar rápidamente a la Princesa frente al Duque de Stohess, arreglaron su rostro con algo de maquillaje pues las ojeras solo iban en aumento y sus ojos hinchados resaltaban que había llorado.
Mientras tanto en el jardín el tan conocido Kenny Ackerman, veterano de guerra, observaba las rosas en el jardín, del mismo color que el de la nación de aquella joven y preciosa chica.
—Las cambiaron, ¿no es así?—preguntó Kenny a uno de los jardineros.
—Las flores se cambian por cada Reina que la Isla ha tenido, su nobleza. Con la Reina Historia se plantaron margaritas, creímos apto que la futura Reina se le reconozcan con rosas.
—¿Quién escoge las flores de cada reina?—preguntó Kenny arrancando una del arbusto donde sobresalía.
—Lo escoge la Corte Real de la Reina, su nobleza. Nosotros solo proponemos aquellas que la Isla puede hacer florecer. —contestó el jardinero volteando —Alteza imperial.
