— Tiene que ver algo en esas cámaras — siseó.
— Noah, las cámaras de la ciudad están bien protegidas por el gobierno por los casos de hackeos que hubo en los años anteriores.
— Se supone que sabes eso, Sam.
— Lo sé, pero es difícil poder entrar. Mira — le indicó la pantalla — He estado intentando con todos los códigos fuertes para el hackeo, pero todos son rechazados. Esto siempre me ha servido como herramienta por muchos años y con los mismo he entrado a las grabaciones de las organizaciones del gobierno, pero ahora le pusieron más seguridad.
El castaño frotaba sus sienes irritado y estresado.
Mientras tanto, Jack salió de la habitación y llamó por el walkie talkie a Kendall, ya que hace una hora que no sabía nada de ella y eso le estaba preocupando.
— Jack, ¿Qué ocurre?
— ¿Dónde estás? — le preguntó rápidamente — Hace una hora que no sé nada de ti y tú no te vas de la mansión sin decir nada.
— Lo siento, es que Jhosua me llamó para que viniera a sanar las heridas que tiene la chica en su cuerpo. Estoy esperando a que acabe de comer para irme. ¿Pasó algo?
— Hace rato Noah salió de la mansión, al parecer fue a visitar su antigua residencia donde vivía con sus padres y él, y encontró algo que lo dejó alterado. Sam está intentando entrar a las cámaras de la ciudad, pero es imposible, al parecer el gobierno hizo un buen trabajo en proteger sus datos y de la ciudad.
— Carajos, iré en unos minutos, creo que...
— Y-ya acabé.
— Bueno... Jack estaré en unos segundos ahí.
— Y-yo p-puedo ayudarles... No recuerdo muchas cosas, pero les puedo ayudar con lo que estás tratando de hacer, talves me ayude a recordar.
— Abby, no sé si pueda llevarte en estas circunstancias, aún sigues débil.
— Puedo hacerlo. Además, la comida que me diste me ayudó tener un poco de energías, por favor...
— Puedes traerle, Kendall, talves no pueda ayudar.
— Está bien... Jhosua
— Dime.
— Escolta a la chica, la llevaremos a dónde están los demás...
Kendall apagó el walkie talkie y Jack hizo lo mismo. Volvió a entrar a la habitación y era Noah quién estaba tratando de entrar a las cámaras de la ciudad, específicamente la zona de su residencia.
— Mierda, ¿por qué no funciona?
Pasaron unos minutos y la puerta fue abierta. Tanto Noah como los demás desviaron su mirada hacia la puerta, y el castaño frunció el ceño al ver a la pelirroja allí, por lo que se levantó de donde estaba y acercó a ellos.
— ¿Qué hace ella aquí, Kendall? — preguntó enojado y su mirada fría llegó hacia la pelirroja.
Cohibida y encogiéndose en su lugar, habló.
— E-es mi culpa, no te enojes con ella. Y-yo... vine ayudarlos.
— No son juegos lo que estamos haciendo, niña... Jhosua, llévatela.
— L-les podría ayudar, s-solo s-solo déjame intentarlo.
— Noah, deja que ella te ayude — habló Sam y luego se dirigió hasta la pelirroja — Ven — la tomó del brazo y la llevó hasta la computadora.
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La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)
Mystery / ThrillerQuién creería que aquella chica pelirroja llamada Abby se convertiría en su debilidad y su perdición Su vida criminal tuvo una razón. Su vida se volvió en un laberinto de peligros donde la mafia era un camino fácil para encontrarlo a la persona que...