— Milo
Milo sonrió con soberbia.
— Pensabas irte sin mí, que mal hermano eres... Pero, que se puede esperar de ti si esos malditos no lo hicieron.
El castaño no entendía lo que estaba diciendo el azabache.
— Es obvio que iría por ti hermano. He esperado esto por muchos años y al fin que te encontré, mis padres podrán descansar en paz y yo podré recuperar el tiempo perdido, acabando con ese bastardo que te separó de nuestra familia.
— ¡Son estupideces las que están saliendo ahora por tu boca!
— No te estoy mintiendo, Milo. He construido este imperio para llegar hasta la red criminal que te arrancó de nuestro lado y vengar por todo el sufrimiento que nos hizo pasar todos estos años en la que no estuviste con nosotros.
La pelirroja sentía que debía intervenir antes de que el azabache pudiera hacerle daño al castaño.
— Eso es mentira! ¡Ellos no les importó dejarme en manos de unas personas perversas, porque nunca me quisieron! — gritaba sintiendo su cabeza doler nuevamente.
— Como puedes decir una cosa así, Milo, nuestros padres nos amaban por igual y tú eras el orgullo para ellos... No sé quién te dijo esa mentira o por qué lo dices, pero mis padres hicieron hasta lo imposible para encontrarte, hasta sufrieron demasiado hasta el día de sus muertes. Yo juré que te encontraría para que ellos pudieran descansar en paz y al fin acabar con esta mierda...
— ¡Mientes, mientes! ¡Ustedes dejaron que esas personas hicieran conmigo lo que quisieran, mataron mi inocencia de una manera cruel y despiadada! Las esperanzas se desvanecieron por el tiempo y lo único que creció en mí fue una sed de venganza por las personas que creía mis héroes.
El castaño negaba frenéticamente por las palabras llenas de dolor que decía su hermano, pero vamos a quién engañaba, sus esperanzas de ver a su hermano si una pizca de abuso se fue desvaneciendo al escucharlo decir que su inocencia fue arrebatada por unos enfermos que nos les importó que era un niño para satisfacer sus viles pensamientos.
— Noah – susurró la pelirroja– Él no es el mismo Milo que pensabas encontrar, él fue manipulado por ese mafioso.
El dolor de cabeza se intensificó a tal punto que Milo puso sus manos en su cabeza, cerrando sus ojos y quejándose del dolor. El castaño no quería entender que su hermano era otra persona, que fue suciamente manipulado por un enfermo sin escrúpulos, por lo que intentó acercarse, pero Abby lo detuvo.
— Esa era una parte que te quería decir cuando aún estaba en el sótano. Además, es lo mismo que está sintiendo lo mismo que yo... está queriendo recuperar sus recuerdos. Intenta hablar suavemente, ayúdale a recuperar...
El castaño asintió y se acercó lentamente hacia él, quedándose en una distancia moderada.
— Milo... se que tus recuerdos quieren regresar, aquellos donde tú eras feliz junto con nuestros padres y conmigo. Era un hogar cálido y con mucho amor, el mismo que nos brindaba nuestros padres cada día y a cada hora....
— No, no...
"—Papá, Noah y yo queremos ir a ver al parque de diversiones, por favor".
"— Como podría negar a mis dos campeones un fin de semana de diversión — sonrió — Avisen a mamá y cámbiense para irnos".
"— ¡Mamá! Nos vamos de paseo".
Otro recuerdo llegó.
"— ¡Ellos son mis hijos! — su padre gritaba con mucho orgullo al ver a sus hijos ganar el primer lugar en el festival de canto de su escuela.
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La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)
Mystery / ThrillerQuién creería que aquella chica pelirroja llamada Abby se convertiría en su debilidad y su perdición Su vida criminal tuvo una razón. Su vida se volvió en un laberinto de peligros donde la mafia era un camino fácil para encontrarlo a la persona que...