La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)

Epílogo

Siete meses después

Había pasado tantas cosas durante esos siete meses, comenzando con las noticias que se fueron propagando como flash por todo el mundo. Al día siguiente, el Comandante de la DEA dio una rueda presa para manifestar la captura del mafioso más buscado por todo el país, Noah Rush. Los noticieros estuvieron hablando del mismo tema durante ese tiempo, siendo tendencia en las revistas, periódicos, redes sociales y hasta en el Internet. Nadie podía dejar de hablar del mafioso que fue capturado en esa noche de Noviembre después de que él y su gente propiciaran una masacre en esa mansión y luego explosionar esa mansión y un barco que se dirigía con un rumbo desconocido. Sin embargo, no solo se dio la noticia de su captura, sino que también del otro mafioso, la cual reconocieron como La Mano Invisible, y que ahora estaba muerto, cerrando en sí los dos casos de los mafiosos más peligrosos del país y también del mundo.

El Comandante del FBI también habló sobre sus casos, dando por muerta a Abby Xia y al Agente Zac, destrozando a la pobre señora que seguía con la esperanza de que su hija y su protegido volvieran sanos y salvos. Mientras tanto, el Comandante de la DEA, dio también por muertos a sus dos Agentes, después de ver que estaban dentro de la mansión y que se cortó segundos después de que la mansión explotara.

El juicio fue el más largo. Noah nunca dijo nada y tampoco se defendió de las múltiples acusaciones que hicieron en su contra. Nunca le importó las palabras llenas de dolor de muchas familias que fueron víctimas de sus atentados y de su negocio, porque nadie podía saber la razón del por qué lo hacía, pero tampoco les iba a decir para que tuvieran compasión por un criminal sanguinario. La única vez que habló fue para declarar a favor de Kendall y Sara, dándoles saber que ellas fueron víctimas de él y nunca tuvieron conexión con su actos criminales e ilícitos. Él siempre fue cuidadoso con su gente y consigo mismo para que nadie supiera sus identidades, pero más con ellos, las personas de su confianza, y eso parecía que jugó mucho a su favor porque ellas salieron libres.

A Noah le dieron cadena perpetua por todos los crímenes y delitos cometidos en todos esos años, y lo llevaron a una cárcel de máxima seguridad del país, sin opción de recibir visitas. Lo único que supo es que tanto Kendall y Sara estaban bien, pero no supo nada más de Sam y de Jack. Por lo menos tenía la esperanza de que Sam hubiera salido de ese pasadizo antes de la bomba explotara, pero nunca hubo señales de que él lo haya hecho; y sobre Jack, tampoco supo lo que pasó después de que detuviera a Melina para que ellos pudieran seguir, pero de lo que sí estaba seguro es que nunca lo atraparon.

Kendall siempre se interpuso a esa decisión, porque le prometió muchas veces que, si él caía, ellos también iban a caer, y lo iban a seguir a pesar de la situación en la que se encontraba. Sin embargo, Noah hizo todo lo posible para que ella saliera libre y pudiera tener una vida normal como tanto había deseado el castaño que pasara cuando encontrara a su hermano. Sara volvió al lugar donde conoció por primera vez al pelirrubio, y se sintió tan triste al recordarlo, porque en ese poquito tiempo que estuvo con él, pudo darse cuenta lo que era sentirse protegida por alguien, como si fuera un hermano mayor para ella; así decidió cumplir con la promesa que le había hecho al pelirrubio cuando aún seguía en esa mansión, en la de salir de las calles y buscar un futuro mejor para sí misma, y así lo hizo con la ayuda de Kendall, porque ahora trabajaban en un restaurante como mesera y Kendall como cajera del lugar, logrando comprar las cosas necesarias y alquilar un departamento para poder vivir. Aunque a veces lo extrañaba.

— Este es el último cliente. Ya pueden irse a descansar, chicas.

— Gracias, Jefa – dijeron las dos a la vez.

Se fueron a cambiar y recogieron sus cosas, despidiéndose por última vez de su Jefa y salir del local. Caminaron hasta llegar a un supermercado y comprar las cosas que le faltaban para los próximos días, nunca se imaginaron convivir juntas y convertirse en grandes amigas.