Capitulo 39

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¡Noah!

La voz de Abby provocó que Noah se despertara abruptamente. Trató de regular su respiración mientras se levantaba del sofá. Salió de la oficina para buscar a su amada y en medio de los pasillos encontró a Kendall con un semblante que lo dejó confundido.

— Kendall — la llamó — ¿Dónde está Abby?

— No sé dónde está, tampoco encuentro a Jhosua ni a Karol.

Noah empezó a caminar, seguido por Kendall. Al bajar por las escaleras, el castaño pudo ver a Jhosua con su mirada baja.

— Jhosua.

El susodicho dió un brinco por el susto al ser llamado por su Jefe, pero al instante se tensó sin ni siquiera meticular una palabra.

— ¿Dónde está Abby?

— J-Jefe — carraspeó un poco y suspiró antes de decir lo siguiente.

— Te pregunté solo una cosa, Jhosua.

Jhosua no sabía cómo decirle a su Jefe que Abby había desaparecido de la mansión, y su silencio provocaba que el castaño perdiera lo estribos.

— ¡Habla, Jhosua! — silencio — Bueno, si no me lo dices por las buenas... — sacó su arma y le apuntó — ¡Me las vas a decir por las malas!

— Noah, baja esa arma... — ella trató de que bajara el arma, pero el castaño la detuvo.

— No te metas, Kendall.

— Di dónde está, Jhosua, por favor.

— Es mi culpa, Jefe.

Ante lo dicho, el castaño entendió perfectamente lo que estaba pasando.

— ¡Quítate de mi camino! — dijo el castaño bien enojado mientras bajaba las escaleras.

— No sé que haya pasado, pero esto va a ser una catástrofe.

Noah bajó rápidamente por las escaleras y todos los que estaban en la planta baja, específicamente los empleados que estaban arreglando y limpiando por toda la sala, se sintieron intimidados al escuchar la fuerte voz de enojo de su Jefe.

Se acercó a uno de sus escoltas, el cual se sintió cohibido por el cambio de ambiente del momento.

— ¡Necesito que traigas a todos tus compañero, ahora!

— Si, Jefe.

En cuestión de segundos, algunos escoltas llegaron a la sala de la mansión, y hasta se dieron cuenta que algo no estaba bien.

— ¡Quiero que todos vayan a buscar a mi amada por toda la mansión y contando con los exteriores del bosque!

— Disculpe que interceda de esta manera, pero no creo que la señorita haya salido afuera de la mansión. No hubo ningún movimiento que pudiera ser sospechoso.

— No me importa, hagan lo que les digo. Necesito que la encuentren antes de que una bala salga de esta arma — les indicó el arma que tenía en el filo de su pantalón — y vaya directo a su cabeza.

Ellos asintieron temerosos, saliendo uno por uno de la sala para buscarla en todos los lugares, tanto el interior como al exterior de la mansión.

— ¿Qué ocurre? — fue lo primero que preguntó Jack al llegar a la sala.

— Abby desapareció y Noah está a punto de colapsar en pocos minutos si no llega a tener noticias de ella.

— Eso es imposible, ¿Cómo pudo desaparecer de la nada? Pero si Jhosua y Karol estaban cuidando de ella, ¿A-

La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora