Extra Parte II

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Un mes después

El pelirrubio salió de la clínica después de que se haya mejorado por completo. Desde ese tiempo, el pelirrubio ha intentado buscar a las chicas y a Jack, teniendo que entrar a las informaciones confidenciales de algunos hospitales mientras que Louise intentaba entrar a las cámaras, recordando como lo había hecho Zac hace cinco meses. El primero que lo encontró fue a Jack, quien estuvo internado en una clínica de San Diego y que al parecer no había salido de esa ciudad durante este tiempo.

Ahora se encontraban merodeando por esa ciudad, teniendo que camuflarse bien para que nadie pudiera reconocerlos. Sam tuvo que recordar algunas cosas que le gustaba Jack y las cosas que quería hacer después de que todo eso se acabara. Así que visitó algunos lugares sin éxito, pasando una semana en la que no podía encontrar a Jack, pero aun así no rendía e intentó por el último lugar.

Un museo de artes.

—  ¿Está seguro que podría estar aquí?

— Hemos intentado en varios lugares, estoy seguro que podrían estar aquí.

Recordaba cuando Jack le había dicho que le encantaba el Arte, que podría vivir con ello, dibujar y pintar cuadros hasta lograr que se exhibiera en un museo, hasta trabajar en ese lugar. Él había visto muchos trabajos de él y realmente era muy bueno, y tan solo ver su sonrisa cada vez que lo contaba con tanta ilusión, podía creer fielmente que él lograría ese sueño en su vida.

Entraron al museo, el pelirrubio fue el primero en ver a sus alrededores en busca de Jack, los dos solo siguieron a Sam. Una chica se acercó a ellos, saludándoles de forma amable y explicarles sobre las historias de cada uno de los artistas y de sus cuadros, hasta que dijo un nombre artístico que le interesó.

— Al artista que mencionaste ¿dónde están sus cuadros?

— Los llevare con mucho gusto.

Ellos asintieron y siguieron a la chica. Llegaron a una zona un poco más llamativa, la iluminación era perfecta y el ambiente fresco y relajante. Sam prestó atención a los cuadros, teniendo esa vibra de que esos cuadros eran perfectamente de Jack y sonrió al recordar ese dibujo que resplandecía en el cuadro.

— Cumpliste tu sueño, Jack... Este es el dibujo que siempre quisiste plasmar en tu primera obra – sonrió orgulloso.

— P-

— Amelia — esa voz la reconoció perfectamente y se giró para ver a la persona que había llegado – Quisiera p-

La chica se dio cuenta de los presentes, pero se quedó pasmadas al ver a Sam parado al frente suyo, mirándole con un semblante neutral.

— S- Sam

— Tiempo sin verte, Melina.

— Amelia, podrías dejarme con estas personas, por favor. Puedes seguir con tu trabajo, yo acabaré con el recorrido – la chica asintió y se fue del lugar.

— Pensé que-

— No fue así, me pude salvar de la muerte junto con ellos. También pensé lo mismo, pero veo que no tuviste ninguna secuela.

— Yo salí mucho antes de que la mansión explotara – suspiró.

— Si tu estas aquí, entonces Jack también lo está...

— Él-

— Amor, ¿por qué tardast-

Jack se quedó pasmado al ver al pelirrubio. Todo ese tiempo pensó que Sam había en esa explosión o asesinado por los oficiales o militares, debido a la noticia que escuchó en el momento que llegó a despertar; además, se enteró que había atrapado a Noah y que ahora estaba cumpliendo una condena en la cárcel de máxima seguridad, la muerte de Abby, el hermano de Noah y de Jhosua, y nunca supo nada de Kendall. Por lo que no tuvo más opción que empezar una nueva vida sin las personas que fueron importantes en su vida, pero ahora tenía a Melina a su lado, ya que después de haber despertado y hacer miles de formas para que Melina lo perdonará, ahora estaban felices y cumpliendo sus sueños.

La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora