— Jack...
Al escuchar a la chica pronunciar su nombre, reaccionó, separándose de ella abruptamente. Aún no comprendía lo que estaba a punto de hacer ni mucho menos la razón por la cual pronunció "Melina".
— Esto es un error...
Sin más, Jack empezó a caminar rápidamente sin esperar a que Karol le dijera algo, tan solo quería irse de ese lugar. Por otro lado, Karol solo miraba como el pelinegro desaparecía por el pasillo.
— Solo espera un poco más, mi amor.
Tomó una bocanada de aire antes de entrar a la habitación. Se sentía mal por todas las emociones vividas hace algunos minutos, teniendo que abrir la ventana. No estaba de ánimos ni de humor para buscarla por toda la mansión.
El comunicador sonó. Ella rechistó por el ruidoso sonido y aplastó el botón pequeño.
— Dime, Jhosua.
— ¿La encontraste?
— No.
— Mierda, ella no está por acá y no creo que haya salido de la mansión de la nada.
— No hay razones para que ella saliera de la mansión ¿o si?
— No las hay.
— Sigamos buscando, debe estar en algún lugar de esta mansión.
— De acuerdo, me avisas si la encuentras.
— Claro que sí.
Y cortó. Torció los ojos y se sacó el comunicador para botarlo a la cama.
— Esa chiquilla me está trayendo muchos problemas... Esto tengo que contarle al Jefe; si algo me llega a ocurrir, es mejor que actúe.
Antes de entrar al baño, algo pasó por sus pensamientos.
— Claro, como no lo había pensado antes.
Se dirigió hasta su armario, abriéndola para sacar de ella la cajita que se encontraba debajo de sus chaquetas. La abrió y sacó el comunicador que era perteneciente a su verdadero Jefe. Se lo guardó rápidamente entre su ropa, cerró el armario y se dirigió al baño.
— Mi querida Karol... No, debería decir, mi querida Melina.
— Hola Jefe...
— Tu llamada es la más esperada para mí. Dime, que noticias que traes.
— En realidad... — miró hacia la puerta del baño — Hay problemas, Jefe.
— Ese tono no me está gustando. ¿Qué ocurre? — le preguntó — Ah, ya veo, es sobre nuestra princesita encantadora. Veo que salió de su nidito de amor.
Ante ello, Karol se quedó confundida.
— Acaso usted-
— La estoy viendo justo ahora. Sabes bien que siempre la monitoreo.
— Esa chiquilla se salió de la mansión — siseó — No se cómo lo hizo.
— Tal vez siguió al Agente. Ellos están metidos en un callejón.
— ¿Agente?
— Cierto, no te he contado, pero la persona que es como la mano derecha para Noah, es en realidad un Agente de la DEA, y su verdadero nombre es Sander.
— Muchos secretitos hay por aquí — se burló.
— Como sea, lo que ahora vamos a hacer es fantástico. Solo faltaba que Noah se descuidara de su pequeña debilidad para comenzar nuestro plan.
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La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)
Mystery / ThrillerQuién creería que aquella chica pelirroja llamada Abby se convertiría en su debilidad y su perdición Su vida criminal tuvo una razón. Su vida se volvió en un laberinto de peligros donde la mafia era un camino fácil para encontrarlo a la persona que...