Abby se quedó anonada y desorientada, las palabras de la castaña la dejaron con un sabor amargo en su boca y con muchos pensamientos horribles en su cabeza. Sabía perfectamente que la mafia era el infierno para las personas inocentes que han sido secuestrados y utilizados para sus horribles cosas, pero también era el infierno para esas personas igual que ellos, y en manos del castaño no era la excepción.
Vivió esos cinco años en un sótano y encerrada, ni siquiera había visto la luz del día todo ese tiempo hasta que llegó el castaño. Aunque al principio seguía metida en una oscura celda y casi ser abusada por esos escoltas, el castaño hizo algo que no era normal en un mafioso, pero a veces lo excusaba porqué supuestamente tenía información de lo que él tanto buscaba.
Todo cambió cuando empezaron los sentimientos entre ellos. Aunque gracias a ellos, fue que comenzó a sentir una esperanza de ser salvada y protegida por alguien que no le hiciera daño; sin embargo, la castaña no había corrido con la misma suerte. No conocía bien la historia detrás de las cicatrices llenas de dolor y venganza de la castaña, pero ya se estaba imaginando lo atroz que fue para que ella sintiera tanto desprecio y odio por Noah, y eso no le estaba gustando.
No quería pensar mal del castaño porque le hizo ver otra faceta de él, algo que le encantaba y se había acostumbrado, por lo que era difícil verlo de otra forma. Lo amaba tanto que era difícil sacar ese sentimiento que había crecido desde que vio al castaño con otros ojos que no haya sido un mafioso, un criminal o una persona que ha manchado sus manos con sangre.
Había algo que no le podía dejarlo por alto, era la persona que también mencionó y se trataba de Jack. No podía ser coincidencia que el nombre que había mencionado Karol, haya sido el mismo Jack que ella conocía. Sin embargo, había notado en algunas ocasiones la forma en la que invadía Jack a la castaña, que por un momento pensaba era alucinaciones de ella, pero ahora comprendía solo una parte.
Hubo una vez en la que Jack miraba a la castaña cuando ella estaba entrenando con los demás escoltas, no quitaba su mirada en ningún momento, más bien estaba hipnotizado. También hubo una ocasión en la que pudo escuchar como Jack hablaba consigo mismo y mencionó "Karol no puede ser ella, eso es imposible. Mejor debería concentrarme en encontrar a Melina". ¿A caso Jack confundía a Karol con esa chica? Tal vez no tuvo el gran apego con él para que le contara sobre su vida, pero entendía perfectamente que él ocultaba algo, un dolor difícil de arrancar de su ser.
Todo eso le causaba un gran dolor de cabeza. Algunas cosas le confundían y otras cosas no comprendía del todo, pero trataba de buscar respuesta a cada una de ellas. Ella suspiró y empezó a sentirse mareada con tantas cosas que tuvo que pasar todo el día, ya no soportaba más.
***
— Estamos por llegar — dijo uno de los escoltas y Jhosua solo pudo notar como en unos metros se podía ver un gran portón negro y afuera dos escoltas más corpulentos.
Trató de aparentar ser uno de los escoltas, actuando de la mejor manera que nadie sospechara. Tuvo que matar a ese escolta y dejarlo a la merced de su muerte. Miraba todos los lados hasta que dio a parar a la camioneta que estaba a su lado, pero algo lo dejó paralizado al ver a alguien particular en el balde de la camioneta.
¿Jefe?
El castaño notó la mirada de alguien de la otra camioneta y desvió su mirada hacia ello, notando el semblante de sorpresa de su ¿escolta? Tan solo le hizo una señal de silencio y bajó su mano para darle una señal de calma. Jhosua asintió y desvió su mirada hacia su alrededor, un poco confundido al ver a su Jefe cuando claramente le había dicho que él iba a ser todo y siendo vigilado por un rastreador.
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La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)
Mystery / ThrillerQuién creería que aquella chica pelirroja llamada Abby se convertiría en su debilidad y su perdición Su vida criminal tuvo una razón. Su vida se volvió en un laberinto de peligros donde la mafia era un camino fácil para encontrarlo a la persona que...