Capitulo 11

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"Es una pena informar lo que ha ocurrido está tarde en uno de los lugares más importantes de la ciudad y del país.
La base aérea ha sido atacada por personas que han llegado a infiltrarse en su zona. Una terrible escena de terror es lo que podemos ver en estas imágenes, dónde ahora solo queda esto de lo que un día fue la base aérea del país.
Lamentablemente, muchas personas que eran parte de la base aérea, murieron en el ataque, otros murieron calcinados por la fuerte explosión que hubo dentro de las instalaciones y que eso provocó la caída de gran parte de la base, y algunos oficiales, cinco personas que formaban parte de las instalaciones, dos Agentes y el Comandante de la DEA pudieron salvarse. Las avionetas de la base aérea también fueron destruidas.
Un hecho lamentable y difícil de asimilar"

La reportera hablaba con tristeza hasta que se derrumbó a llorar después de que se apagarán las cámaras y la transmisión volvió para dar inicio a la rueda de prensa. La chica salió de ese lugar, tomando sus cosas y sin tomar importancia el llamado de sus compañeras salió de las instalaciones.

Aún no podía creer lo que había escuchado hace algunos segundos y temblaba cuando lo decía al frente de la cámara. Cuando llegó a una de las sillas de la avenida, se sentó y soltó todo ese llanto que había estado reteniendo.

No me sorprende esto, pero es demasiado para mí.

Cuando sus sollozos pararon, sacó algo de su bolso café. Una fotografía era lo primero que sacó de su bolso, mirando con melancolía la persona que estaba junto a ella. Parecía ayer cuando se habían tomado esa fotografía a escondidas de todos, siendo solo él y ella, en una inmensa burbuja que después fue destruida, sabiendo perfectamente su destino final.

Aún tiene recuerdos vagos y algunos borrosos, pero estaba bien con mantener esos recuerdos junto a él. Pensó que no debía encariñarse con nadie, pero así fue, rompiendo las reglas que le impusieron desde un inicio.

No podía odiarlo después de todo, ya era normal que eso sucedería al final, y no podía cambiarlo. Pero le dolía, su corazón dolía fuertemente y aún seguía esa herida impregnada en su corazón.

— Aún sigues siendo el mismo del que me enamore. Tus manos quemaban cuando me tocaste por primera vez, pero no me importó, solo quería que tú fueras la primera persona que me tocara con amor.

Pasó su mano por la cicatriz que se encontraba casi a la altura de su pecho.

— A parte de tener este dolor en mi corazón, también hubo una herida casi profunda que me iba a matar lentamente, pero aún mantengo las heridas de navaja en todo mi cuerpo, todo eso nunca me borrará... Por suerte alguien me salvó de morir, y le agradezco tanto por eso. A pesar de que mi  destino era morir, me dieron la oportunidad de seguir viviendo, pero aún mantenía ese dolor que me mataba, mucho más que todas estas heridas en mi cuerpo.

Miró al cielo, sintiendo la brisa de la tarde.

— Aún sigues matando... Ahora han destruido la base aérea, después ¿qué sigue? Creo que no hay un final.

En ese instante, su teléfono celular sonó. Lo sacó y al ver de quién se trataba, solo suspiró.

— Jefe...

¿Dónde estás?

Estoy en algún lugar de la ciudad, ni siquiera se dónde estoy.

La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora