Capitulo 47

79 25 0
                                    

— De seguro ya se dieron cuenta que alguien entró ilegalmente a las cámaras. Espero que no dañe nuestra investigación.

— Nadie se dará cuenta, Agente Louise.

— Tienes que concentrarte, Louise, de esto depende para encontrar a Sam y a la chica.

El solo suspiro y siguió mirando toda el área en busca de algún indicio o pista que nos pudiera llevar al lugar donde se encuentra la chica y Sam. Al caminar un poco más por la zona, percibieron un olor horrible que al parecer se trataba de un cuerpo en estado de putrefacción, por lo que los Agentes buscaron el origen de ese fétido olor. Vaya su sorpresa de encontrar un cuerpo en medio de los matorrales. Los Agentes tuvieron que tapar sus fosas nasales porque el olor era demasiado fuerte.

— Creo que nos está haciendo efecto los medicamentos del hospital. Ya no puedo soportar estos olores como antes- dijo Louise.

— Pero es más fuerte, es como si hubiera más cuerpos por esta zona — dijo Zac, alzando su mirada para ver su alrededor. Se quedó mirando a un punto dijo, a unos metros de ellos había manchas en ese árbol.

— Creo que hay algo más por allá.

Zac caminó hacia aquel árbol, tapándose nuevamente su nariz al notar ese olor putrefacto más intenso. Sus sospechas eran claras, en el árbol había manchas de sangre seca y a lado se podía notar una mano con gusanos, se acercó un poco más y noto el cuerpo sin vida de que al parecer era un hombre.

— Parece un empresario por la ropa que lleva.

— Si estamos ante una zona menos transcurrida por civiles, entonces ¿Qué haría un empresario por estas zonas?

— No creo que sea un empresario, en realidad pareciera un escolta de esos criminales.

— Es verdad... — Ben se acercó a ellos — Pude notar huellas de que un helicóptero aterrizó por esta zona. Si miran allá — les indicó — Todos los árboles fueron destruidos e hicieron un poco de espacio para que el helicóptero pudiera aterrizar sin problema.

— Entonces eso quiere decir que Sam mató a estas personas... — musitó Louise.

— Es la única manera para que él se haya infiltrado en esa mafia.

— Será asqueroso, pero necesitamos saber si lleva algo que nos pueda servir – dijo Zac, inclinándose para mover el cuerpo sin vida de ese escolta.

— Yo pienso que no es necesario. Ya vimos por donde desapareció esas camionetas, tan solo debemos seguir el paso... Olviden lo que dije

— Fue necesario — Zac sacó un teléfono celular del bolsillo del pantalón — ¿Trajeron los equipos de rastreos?

— Si, están en la camioneta — habló Louise — Vámonos entonces...

Los tres volvieron a la camioneta, no sin antes avisar a una unidad de policía de unos cuerpos en las zonas frondosas, a las fuera de la ciudad. La llamada fue anónima, no quería levantar sospechas.

— Tiene llamadas con código, pero este de aquí es que necesitamos...

Louise empezó hacer su trabajo, esperando algunos minutos a que la información apareciera en la pantalla. Cuando el tiempo acabó, los tres pudieron ver la dirección de donde provenía las llamadas, y estaban en lo cierto, esas llamadas provenían de la zona donde las camionetas desaparecieron.

— Es del mafioso... No puedo creer que al fin podamos tenerlo en nuestras manos.

— Creo que, si no hubiéramos hecho esta alianza, nada de esto hubiéramos tenido en nuestras manos. Joder, al fin después de largos años buscando a este mafioso al igual que Noah Rush – resopló Ben.

La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora