Capitulo 10

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— ¿Ella está bien?

— Si, por el momento le pusieron un suero para que se calmara y también una de vitaminas — dijo el castaño, mirando a la pelirroja que descansaba en su cama.

— Me alivia mucho saber eso — suspiró Jay — Jhosua aún no despierta. Las heridas fueron un poco profundas, pero no dañaron ningún órgano vital. 

— Por suerte solo hubieron heridos, a excepción de esos malditos idiotas que tuvieron el descaro de entrar a mi territorio y dañar a mi gente.

— ¿Sabes quiénes fueron?

— Fue la Mafia Invisible, la misma mafia que lo he estado buscando hace mucho tiempo.

— Entonces ¿por qué no dejaste a uno vivo?

— No necesitamos a uno de ellos para llegar a esa mafia. Lo único que tengo en mente es comenzar mi plan cuánto antes, además en unas horas tendré las grabaciones de más cámaras de la mansión.

— Pero no sabemos dónde es su territorio, Noah.

— Si ellos atacaron mi territorio, es porque saben dónde piso y dónde voy, por lo que su territorio está en esta ciudad. Ahora en adelante la seguridad de mi mansión va a ser mucho mayor.

— Entiendo. Iré a ver a Kendall y decirle el estado de la chica.

El castaño solo asintió y Jack salió de la habitación. Noah miró fijamente a la pelirroja y luego empezó a caminar hacia ella, sin ni siquiera dejar de mirarla. Cuando llegó, lo único que se puso hacer es admirar todo de ella, meticulosamente, sin nisiquiera perderse ningún detalle de sus facciones.

Ella es hermosa y no había duda de decir lo contrario. Aunque en su rostro aún había cicatrices pequeñas y unos golpes que estaban sanando, aún así mantenía su color con un poco de palidez. Visualizó mucho más en ella, tomándose el atrevimiento de pasar su pulgar por su rostro, sintiendo la suave piel de la pelirroja. Siguió hasta sus labios, las cuales eran delgados y un poco esponjosos, pero eran suaves. Ante su tacto parecía ser pequeña y débil, una hermosa muñeca de porcelana siendo tocada por un emblemático mafioso que con sus manos ha matado a muchas personas.

Una chica que parecía un sol y llena de luz, pero que le arrebataron todo de ella en un mundo llena de oscuridad. Pero esa luz que aún mantenía, sería la esperanza de alguien oscuro que ha hecho las peores atrocidades.

— Aún mantienes tu belleza — susurró — tu cabello es casi ondulado, ese color te queda super bien, y no hay duda de que cualquiera quisiera tenerte a tu merced.

Cuando se dió cuenta de sus palabras, Noah se separó bruscamente. Debía estar loco al pensar eso sobre la pelirroja, ya que no se le podía olvidar las razones por la que esa chica seguía viva, porque después de eso ya nada existiría de ella más que solo un recuerdo de todos sus esclavos que han traído la presa a la cueva del lobo.

— M-mami — el susurro de la pelirroja lo sacó de su trance.

Abby empezó a balbucear algunas palabras, siendo algunas entendidas por el castaño.

— Q-que no me lleven... M-me hacen daño...

El castaño solo escuchaba a la pelirroja sin hacer nada. La chica parecía tener tantos traumas, que cada vez que los recordaba empezaba a temblar, y era justo lo que estaba pasando en esos momentos. Al verla en ese estado, el castaño se acercó y trató de despertarla.

— Hey, niña...

— M-mami, ayúdame...

— Tienes que despertar...

La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora