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Advertencia: Este capítulo contiene escenas fuertes, por lo que se solicita discreción, o abstenerse a leer si son personas sensibles. De ninguna forma se busca promover o replicar, quedando meramente como fantasía y una manera de reflexión.
"Dedicado a las que les cortaron las alas y no encuentran una escapatoria en este cruel mundo. A las personas que han aun siguen luchando después de años de tormento; a las que han sobrevivido a sus demonios y encontraron una nueva esperanza".
—Nunca has sido obediente...
—Siempre has sido débil y pequeño...
Eso se repetía, haciendo eco en el más allá.
El dolor en su cabeza palpitaba, dispersándose por todas sus extremidades de su cuerpo, calando y agujerando sus músculos hasta llegar profundo en sus huesos. El dolor era tan fuerte que no le dejó pensar acerca del terrible frío que había. Sus piernas no podían moverse por lo húmedas, pesadas y entumidas que estaban en ese montón de agua que podían ser el hielo puro.
—Siempre has sido tan débil...
—Tú eres el que debió sufrir...
—¡Tú eres el que debió de morir!
El escalofrío recorrió su espalda al sentir la presencia tan cerca. El terror se filtró en su sangre, empujándolo a abrir los ojos de golpe. Se encontró en un hoyo sin salida, en una obscuridad absoluta que lo estaba tragando de a poco. Asustado se obligó a estar despierto para huir de esa sofocante penumbra.
Una pequeña gota helada cayó en su rostro sin saber de qué se trataba. Pero de ninguna forma quería quedarse en ese lugar; de ninguna forma quería mirar esas nubes tristes que le recordaban a su interior que habían llovido durante días y días luego de tanto sufrimiento. O quizás se trataba de él, de esa horrible sombra que lo perseguía y lo esperaba para asesinarlo; no. Tenía que huir, buscar esa luz que tanto necesitaba. Usó sus rodillas laceradas para arrastrarse, incluso si esto le causara un escozor insoportable. Trató de levantarse, pero su cuerpo cayó en el frío charco, ensuciando y mojando sus heridas que se volvieron a abrir y arder. Sollozo en silencio, su garganta dolía, estaba rasposa de tanto haber gritado anteriormente; la saliva le causaba un enorme daño al ser tragada. No podía llorar más, sus lágrimas estaban secas al ser drenadas y sus ojos se sentían cansados e hinchados. Se mordió sus labios agrietados para aguantar las agujas punzantes que lo herían al respirar y moverse.
—Eres tan débil...
Alzó la mirada encontrándose con unos ojos color amarillos en la obscuridad, mismos que en un parpadear cambiaron a un verde esmeralda, él los conocía. Su cuerpo instintivamente retrocedió, sabiendo que era en vano escapar, porque esa forma era suya, parte de su ser.
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Mi Dulce Omega (HopeV)
FanfictionJung Hoseok es un agente capaz y con el mejor entrenamiento, pero no lleva una vida llena de genialidad como todos piensan, porque tiene consigo varias deudas y no encuentra un sentido a la vida que lo motive. Mismo que le lleva a buscar un buen emp...