—Necesito tu ayuda, dijiste que lo harías si alguna vez te necesitaba —la rubia habló con una voz cortada y agitada a través del teléfono. Todavía se sentía tocada por la tristeza, el enojo y la injusticia que pudo percibir después de la junta con el alfa Dong Kim. Se había sentido desesperada para probar sus supuestos, al punto que reveló su experimento secreto. Ahora no sabía qué hacer.
—No voy a faltar a mi promesa, te lo dije, Miller —la voz se escuchó firme y dispuesta. Un tono serio de una persona experimentada y mayor.
—Conoces sobre el omega Kim y mis experimentos. Fallé... —se rio sin gracia, y se secó las lágrimas por la frustración que se avecinaba, aquello seguía picándole la carne—. No estoy orgullosa por faltar a mi ética como doctora, pero no me importó cuando se trataba de ese chico. Él no se merecía esto —se tocó el cuello, tratando de aligerar la carga de sus lágrimas—. Quería tan fuerte salvarlo y quitarle sus sufrimientos. Sin embargo, ahora estoy con un pie fuera de la mansión y mi reputación manchada. Genial ¿no? Miller la prodigio doctora acusada de llevar experimentos secretos, llevar a cabo investigaciones ilegales y faltar a su código ético por la gloria. Esa una mierda tener esos estúpidos cargos en tu contra. En ningún momento estuve haciendo aquello por la fama.
—Siento que fuera así... pero eso no se escucha como tú ¿te vas a dar por vencida?
—Vas a creer que estoy loca, pero no. No me voy a dar por vencida y por eso estoy hablando contigo que tienes la seguridad de los Kim en las manos y las herramientas necesarias para que esto no salga a la luz —hubo un largo silencio en el teléfono antes que la rubia volviera hablar—, necesito que saques al omega Kim de la mansión, el tiempo que sea necesario sin dejar rastro —puntuó con una determinación quemándole la sangre—. No solo eso, necesito un lugar secreto, seguro y con los insumos médicos de emergencia que pueda utilizar si algo sale mal. Si eso ocurre, quiero que limpies todo y te encargues de buscar a un culpable para cubrirme —listo, lo había dicho. Lo último le daba escalofríos, pero era una realidad que podría ocurrir si todo se salía de control—. ¿Lo harías? No son flores sobre un canasto lo que te pido, sino un secuestro y un experimento ilegal ¿lo harías por mí?
—Sí, lo haría por ti, hija.
—Gracias, papá —la llamada se colgó y ella se sobó la frente, llevando sus cabellos rubios atrás. Decirle papá a un tipo que desapareció de su vida por años y luego, después años y la adultez picándole la cara, apareciera para decirle que es su padre y haría todo por ella, no era algo bonito. Pero bien sabía que el hombre lo haría sin replicar, esa había sido su última opción.
*
El alfa de cabellos negros y tez pálida sonrió al ver que por esta puerta entraba la persona que esperaba. El hombre lo miró apenas, sentándose en la silla que estaba en frente de la suya, tomó la carta de la mesa y pidió un café americano para luego alargar un gran suspiro de sus labios.
—Ellos te han contactado ¿cierto, chico? —Hoseok desvió la mirada, claramente enfurecido y disgustado por lo que estaba pasando. Un poco más y el pelinegro explotaría contra alguien—, tu rostro me dice que sí. Ellos juegan sucio y no te dejarán hasta que aceptes esa misión. Es lo único malo de pertenecer a esta agencia. Nunca podrás salir por tus propios medios.
—No aceptaré... Me importa una mierda. No voy a caer en su sucio juego —su café fue servido, dándole un trago para mitigar el enojo que tenía.
Yoongi observó a las numerosas personas que bebían su café de la mañana y platicaban amenamente sobre su día. Él quería esto, pero no podía cuando había varias cosas sobre la mesa para hablar con Hoseok, el chico había crecido rápidamente y esto hace unos años atrás, parecía irreal.
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Mi Dulce Omega (HopeV)
FanfictionJung Hoseok es un agente capaz y con el mejor entrenamiento, pero no lleva una vida llena de genialidad como todos piensan, porque tiene consigo varias deudas y no encuentra un sentido a la vida que lo motive. Mismo que le lleva a buscar un buen emp...