Mi Dulce Omega (HopeV)

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Hoseok pudo respirar cuando un escuadrón vino, pensó que ellos no volverían, equivocándose cuando los encontraron, les aplicaron los primeros auxilios y llamaron a refuerzos. Dentro de poco se llevaron el cuerpo de Yoongi a un hospital especializado. Pero escuchando a ciegas, supo que había pocas esperanzas cuando vieron los bajos signos vitales, un hoyo en el vientre y una hemorragia interna que no se detenía. Respiró fuerte cuando esas palabras salieron de esas bocas y esperó que no sea tan grave como se veía. No quiso pensar en aquello; por Dios, odiaba este día.

Se levantó de su asiento, dejando a la médica que revisaba sus heridas—. Lo siento —se disculpó, dejando a la mujer en nada. Caminó hacia el líder del equipo, un hombre mayor que tenía la mayor experiencia y había estado en la agencia durante mucho tiempo, este no era como Yoongi y los antiguos líderes. Este era como A40, nunca le había agradado.

—Este lugar está conectado por el túnel —mencionó—, ¿a qué hora irán? Estamos perdiendo tiempo, ellos escaparán —dijo, colocando sus ojos en ese rostro que apenas lo escuchó.

—Hoy no, puedes retirarte, Jung —el agente cerró la conversación como si fuera solo uno de los tantos agentes. Volteándose, dándole la espalda para escuchar a otro agente mencionarle lo encontrado en el sitio.

—¿Está hablando en serio? ¡Los tenemos! ¡Debemos de seguir! ¡Ellos escaparán y se llevarán a todas las victimas! ¡¿Por qué carajo me está ignorando?! —no podía ser cierto, estos imbéciles lo estaban haciendo de nuevo. No confiaba en ninguno de ellos. La frustración lo calaba, queriendo desquitarse con este hombre. El viejo lo miró de abajo hacia arriba y se detuvo en frente.

—No te estoy ignorando. Estamos apoyando, Jung. No voy a mandar a otro escuadrón a una muerte suicida. Primero quiero ver qué encontramos para formular un nuevo plan —su duro rostro no sonrió—. Aparte que tenemos lo más importante, la muerte de Choi —pausó—, estás tenso, ve a descansar. Gracias por tus servicios, vete ahora.

Hoseok sonrió sin gracia ¿qué mierda estaba hablando este anciano? Volvió a reír, llamando la atención del sujeto, este lo miró de nuevo—. Están jodiéndome... ¿ese imbécil, importante? Hay decenas de víctimas, un túnel sin revisar y varios bastardos —sus ojos puestos en los contrarios—. No les importó mandar a cuatro escuadrones sin leer el terreno; tampoco les importó mandar a varios escuadrones hace meses. Me está hablando de moralidad cuando ustedes han estado matando a sus hombres como hormigas sin valor. ¡No creo mierda de ustedes, jódete! ¡Haré esto a mí manera!

—Hazlo, y habrá consecuencias. Sabes que podemos hacerlo, Jung —amenazó el agente mayor. Obviamente el más joven no le hizo caso y se marchó. Jung era bueno, pero a veces se dejaba llevar por las emociones, que más daría para que se convirtiera en un buen guerrero como lo fue Yoongi que daba su vida por la organización.

Hoseok se limpió el sudor de su rostro, dirigiéndose al único que podía darle información de valor. Lo encontró detrás de una cortina, con varias agentes dándole atención medica al omega que estaba con la mirada perdida.

—¡Jung, márchate! —dijo una agente.

—Solo voy a preguntar una cosa... —se sentó en frente del rubio, el omega lentamente subió la mirada, observándolo de igual manera. Lo reconoció por fin cuando esos se abrieron grandes, y las pupilas brillaron.

—¡Jung! ¡Él es una víctima, es ilegal interrogarlo! Ni vamos a decir que el chico ha salido de un reciente estado de estrés... debes de marcharte.

—¿Sabes dónde está? —el alfa preguntó a esos ojos que lo miraban, el otro agente enloquecido por acercarse e interrogar al omega. Sabía que estaba siendo un idiota antipático, pero solo quería intentarlo una vez, y luego dejaría al chico descansar. Seokjin no respondió, bajando el rostro al suelo. La piel pálida llena con raspones, moretones y cortes. Bien, lo intentó.