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El leve sonido del timbre de la puerta lo sacó rápidamente de su ensoñación, con mucha molestia frotó sus ojos para que pudiera buscar algo que le indicara la hora que alguien venía a molestarlo, no pasó mucho para que sus manos tocaran ese aparato que prácticamente estaba a su lado, la luz del celular se prendió indicando las 6 am. Fijó su mirada en la ventana, viendo cómo los rayos de sol ni siquiera se alzaban, aún ni terminaban en salir y por eso el dolor en su cabeza empezó a aparecer, recordándole que no había completado su sueño. Se sentó y estiró su cuerpo colocándose unas simples pantuflas y abrir esa puerta casi sabiendo de quién se trataba.

El código se seguridad hizo de las suyas al abrir la puerta, dejando ver a un pelinegro que tenía unas bolsas de compras.

—Te traje el desayuno, pasé por una cafetería y pedí para ti también —sonrió colocando y sacando de las bolsas unas cajas de desayuno —Recordé que hoy irías a una entrevista de trabajo.

Hoseok se acostó en el sillón llevando su cabeza por atrás por el dolor de cabeza y las palabras de Yoongi, juraba que algún día iba a cambiarse a un departamento para que ese anciano dejara de irrumpir en su casa, que quedaba prácticamente del otro extremo de donde vivía actualmente, sin entender sus actitudes y es que a diferencia de hace varias semanas, él se encontraba casi mejor, por lo menos dedicándose a preparar sus alimentos, ejercitarse, limpiar su casa y salir a buscar un empleo.

—Estoy bien, no sé por qué sigues haciendo esto —frunció el ceño dirigiendo sus ojos a su casi hermano mayor —Pareciera que estás evitando quedarte en tu casa y es que pasas constantemente aquí. Dime ¿Es por ese chico?

Yoongi sonrió sin perturbarse, sentándose al lado del pelinegro menor —Vine a verte, deberías alegrarte —omitió esa parte preguntada observando la mirada analizadora de Hoseok, ignorándolo para servir el desayuno —Para asegurarme que irás a esa entrevista.

—No iré.

Los ojos de enojo salieron de los orbes del mayor que azotó los utensilios de cocina en la mesa por esa noticia, sacó un bufido viendo el repetido ciclo eterno de Hoseok —¿Estás hablando en serio, chico?

—Estoy hablando en serio, porque necesito ir a un lugar —se levantó certero, caminando a la mesa donde estaban los alimentos que Yoongi rápidamente aisló de sus manos, no permitió que tomara de ellos esperando que le dijera esos detalles de su supuesta irresponsabilidad en su vida.

—¿Qué lugar? Hoseok, necesitas dinero. No creo que dentro de tus posibilidades estén tener otro día de vacaciones —se separó de Hoseok sacando un aire de su boca, enojado quería decirle algo para que reaccionara —No pienso prestarte más dinero. Estabas empezando bien. Por favor Hoseok, no es favorable qué estés aquí, necesitas salir y vivir.

—Iré a la mansión de Dong Kim... —hubo un silencio, los ojos de Yoongi se abrieron queriendo preguntar muchas cosas —Taehyung me habló en la madrugada, no está bien y quiero verificar que esos guardias estén haciendo su trabajo correctamente.

—Hoseok, sí sabes que ya no estás trabajando para ellos y lo que suceda allí no es algo que deba preocuparte. Porque te recuerdo, fuiste despedido —cruzó los brazos —Ese niño en verdad movió algo en ti ¿Por qué? ¿qué es lo que ves en él? Es la primera vez que te veo muy preocupado por alguien...

—No vas a entenderlo —abrió la caja de desayuno empezando a degustar la preparación comprada —Creo que heredé ese gesto de ella.


Yoongi siendo un hombre adulto se sentó, examinando aquella posibilidad que cruzaba en su mente y los cambiantes emocionales en Hoseok que se habían suscitado en los escasos días. No sabría decir si se sentía bien que Hoseok al fin se moviera de esa cama o estuviera más preocupado a ese apego por el nieto de Kim, quizás tenía razón y era igual a su difunta JiWoo. Lo había seguido desde que era un chiquillo chispeante, que molestaba a su hermana con atenciones y juguetes, así lo había visto presentarse y recordaba haber ayudado a Jiwoo con ese detalle, como su crecimiento emocional que cambió radicalmente desde que esa familia perdió a un importante integrante, dejando devastado a los dos hermanos, pero con mayor peso al recién alfa que lloró por días rogándole a su hermana que encontrara a su hermanito. A partir de ese día Hoseok se volvió distante, como si una de sus luces se hubiera apagado, pero sin dejar de ser un hermano atento y dulce con su hermana, tal vez aquella practica lo orilló a presentar el examen para convertirse en un agente o quizás era algo más profundo. Y es que el alfa menor, aunque hubiera sido un ser amable y dulce en el pasado actualmente no lo era con sus conquistas, y es que nunca lo había visto tan atento a alguien desde que JiWoo falleció. Esa razón lo colocó en interés por lo que Jung traía con el nieto de Dong.

Mi Dulce Omega  (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora