10

4K 474 57
                                    

Observado.

Es cómo se sentía ante los obscuros ojos del alfa, que solía merodear con mucha frecuencia la mansión y a su alrededor en los últimos días; empezó a toparse con él en el desayuno, la primera vez pudo entender que coincidieron a la misma hora y mesa, pero los días posteriores supo que ese pelinegro estaba ahí para analizarlo, ya que se iba después que terminara de comer. Esto le causaba tensión y no tanto apetito como quiso. Hablando de sus lugares, estos fueron ocupados uno por uno, tal fue el jardín lleno de flores que recorría en las mañanas y cuidaba en las tardes, encontrándose al alfa leyendo algún libro que era sacado de su propia biblioteca, así como su precioso santuario ocupado por el pelinegro dispuesto a leer otros de sus libros coleccionados. Sin omitir que también se presentó en sus últimas clases particulares como un expectante o solo para sacarle los nervios.

Conocía las reales intenciones por la qué lo seguía, pero no podía ocultar lo incómodo que resultó tener a esas pupilas mirarle con total seriedad y penumbra, sin dirigirle alguna palabra o sonrisa que pudiera apagar lo que estaba sintiendo en su interior, la forma ansiosa y pesada que se doblegaba su lobo colocándolo en modo de alerta; tenía miedo.

Pero no por él, que se notaba un hombre respetable, capaz y responsable que estaba haciendo su trabajo de manera correcta, lo era su lobo.

No estaba dispuesto a acercarse a él, a un alfa a quienes más temor tenía.

Prefería a Bogum sobre todo y si tuviera la mínima oportunidad de conseguir que aquel alfa se marchara, lo lograría como lo hizo para que le consiguieran su libro infantil que tanto quería. Solo debía de persuadir a su Hyung y convencerlo que estaría bien.

Tuvo la oportunidad cuando el pelinegro de nuevo estaba en su biblioteca tomando sus libros —Hyung, no me gusta que él este aquí —le susurró a su cuidador, que estaba a su lado leyendo de igual manera en su rato libre.

—No es malo, solo es alguien serio —dijo con una voz calmada sin quitar la mirada de su libro —Debes de tratar de llevarte con él, recuerda que será tu sombra a partir de la otra semana.

—Hyung... —el castaño miró de reojo, regresando su mirada al instante al verse descubierto por ese alfa, su leve sonrojo apareció por tal acción —¿Por qué un alfa?

Bogum miró divertido el fugaz acontecimiento, pero entendía su temor cuando el único alfa al cual había tratado era su abuelo. Siendo los empleados betas en su mayoría, mismos que no podían sucumbir ante las feromonas de un omega o que el castaño pudiera confundirse con los aromas a su alrededor, no, él necesitaba estabilidad en su situación y no alteración.

—Te acostumbrarás a él... —volvió a repetirse dentro de su mente. Esperaba que la decisión tomada del señor Kim cumpliera con el principal objetivo de protegerlo y no al contrario, de exponerlo. Seguro que Jung era alguien con experiencia comprobable, contaba con él para ser la última esperanza de su casi hermanito, para ser un chico normal. Había mínimas posibilidades de que le hiciera daño o todo se saliera de control, solo debía creer que así sería —Tae, no quiero decírtelo de esta manera, pero recuerda que es la única alternativa para que estés allá afuera, sabes a qué me refiero ¿Verdad? —el menor asintió apenado —Sé por lo que estas pasando, los médicos dijeron que sucedería —tomó sus manos acariciándolas —Pero mientras existan los neutralizadores, habrá menos posibilidad para que te sientas incómodo. Es cuestión de tiempo y tenerle confianza. No temas, vimos todo de él hasta lo que no dijo, fue el mejor de todos y por eso está aquí. Confía en tu Hyung y en tu abuelo que te quieren —le sonrió levemente al chico que estaba a punto de llorar y apretaba sus libros en la mesa por no querer a ese joven guardaespaldas cerca.

Él era un beta, poco entendía los instintos propios de los lobos, pero conocía y pudo sentir el dolor del omega en todos esos años que lo vio llegar y crecer, podía entender el nivel de complejidad que pasaba el menor. Recordó esos días difíciles donde el abuelo Kim, ni los guardaespaldas pudieron controlar la situación. Desde esa vez temieron su repetición y pudieran perder al castaño de nuevo.

Mi Dulce Omega  (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora