Mi Dulce Omega (HopeV)

19

Taehyung abrió los ojos de golpe siendo consciente de la clara iluminación en su ventana, su mano se deslizó fuera de su sábana buscando el reloj en su mesita que tomó, encontrando que estaba retrasado por una hora, con total rapidez bajó de su cama con el cuerpo aún cálido para meterse en el baño de una vez y darse una ducha.

No quería defraudarse a sí mismo dejando de asistir a algo que tanto anhelaba, no cuando tomó la decisión, le dieron permiso y aprobó el difícil examen de admisión; no cuando ayer pudo salir y respirar, sentir que podía hacer una vida.

Una esperanza que no quería apagar.

Debajo de la regadera con las gotas cayendo en su suave piel pensó en cómo durmió profundamente en su cama, podía hacerlo hasta casi medio día sin despertar, porque sabía que Bogum debió darle una pastilla para que durmiera y descansara. Era así cuando ocurría uno de sus leves ataques. Lo entendía, él trataba de cuidarlo, pero a veces aquello lo frustraba de varias maneras recordándole que no era alguien normal, sino un joven que viviría por el resto de su vida bajo medicación por tener a un omega desequilibrado, aquel que desobedecía a su parte humana en demasiadas ocasiones viviendo apartado en soledad y mucha rabia por los demás, al punto de atacarlos sin consideración cuando despertaba, y huir en una dirección sin sentido escapando del lugar donde debería estar; por eso mismo a veces llegaba a odiarse o lo era porque su omega lo hacía, él estaba irritado de la presencia débil que era.

Se atrevió a derramar lágrimas en el baño sintiéndose sensible e impotente por las cosas que le pasaban y más por aquel leve sueño que pudo recordar en ese instante, una vez más la alfa con aroma a uva que lo cuidó en su niñez estaba en sus sueños, aún en su mente permanecía la dulce sonrisa que le dedicaba, los cabellos lacios moverse cuando jugaban juntos, la mano que lo sostenía y los brazos que lo rodeaban en esos días de pesadillas, tal cual la vio en la noche; la extrañaba, demasiado.

Ni siquiera podía recordar su nombre, por eso le fue imposible contarle a alguien más sobre esa dulce mujer y su querido Hobi, que, por supuesto era el que más traía dentro de su memoria, pero sin muchos datos presentes en su actual mente le fue imposible que fueran buscados y pudiera volver a verlos. Salió del baño secándose ligeramente los cabellos con una toalla y junto a ella las lágrimas que había derramado, rocío el neutralizante, fue a su closet tomando una camisa ligera color verde, unos pantalones de tela y un abrigo color negro, las puso rápidamente tomando sus cosas para meterlas en su bolso y bajar.

Observó que nadie estuviera abajo, en lo que respectaba a su hyung Bogum y su abuelo, porque era seguro que lo regresarían a su habitación a descansar por el evento de la noche anterior, pero por suerte no estaban en los pasillos, posiblemente asegurando que seguía dormido gracias a la pastilla. Tardando un poco más en mirar los adentros bajó las escaleras ignorando las cámaras de seguridad que lo grababan yendo hacia la puerta trasera que daba al jardín de inmensas flores, pero al respirar el aire exterior no encontró a nadie allí.

Hoseok no estaba allí esperándolo.

Sintiéndose desprotegido giró sus talones para regresar a su cuarto, el lugar se veía extraño y temeroso, un escalofrío llegó a su zona dorsal queriendo entrar de inmediato, aquellos síntomas podrían deberse a los efectos de la pastilla que le dieron, pero también sabía que tenía miedo en ese momento al encontrarse solo.

—¿Taehyung?

Volteó mirando por todos lados para encontrarlo, tenía un nudo queriendo salir y sus ojos hincharse con humedad cuando dio con su mirada. El alfa yacía sentado en la flores que tanto le costó cuidar, pero no le molestó para nada al sentirse aliviado que alguien estuviera allí.

Hoseok observó al castaño parado cerca que lo miraba atentamente con esos ojos rojizos, se veía un poco desarreglado, ni siquiera portada sus guantes para el frío y sus cabellos estaban todavía húmedos. ¿Acaso quería enfermarse? Se levantó de las flores con un aroma delicioso en las que se acostó a descansar para caminar a él, quería saber qué pasaba, el porqué de su retraso y sí se encontraba de verdad bien después de lo sucedido en la noche. Los ojos avellanas miraron cada uno de sus pasos mostrando el miedo en sus pupilas, no, Taehyung no se encontraba bien. Sin decir nada tomó su mano, que tembló nerviosamente y bajó la cabeza para ocultar el sonrojo que se estaba formando, una costumbre que contemplaba al momento de acercarse.