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—Hyung... —contestó nerviosamente temiendo confundirse con los nombres. Porque ahora el hermoso pasado parecía tan real.

—Hola Tae, ¿Estabas durmiendo? —sonrió sin saber muy bien la razón —Lo siento si así era.

—No, Hoseok hyung... estaba anotando algo. Pero lo haré ahora... Por... ¿Por qué llamaste? —se sentía confundido porque era la primera que el alfa lo hacía. Su corazón se movió con rapidez, respirando lentamente por una sensación extraña que lo invadió, no era miedo, pero si algo diferente que alteraba su interior sintiéndose bien.

No tenía excusas, lo hizo sin pensar después de darse un baño y acostarse en su cama. Se levantó de ella nervioso para ir a su espejo y llamarse sí mismo tonto. Se miró allí, encontrando algo que no sonará acosador, o quizás no era algo malo y era su deber saber su bienestar a cada momento, así llamarlo a mitad de la noche —No te vi en la cena ¿Estuvo bien todo? — sonaba correcto, aunque quería saber lo que él hizo en el día. Era algo así como una preocupación responsable por ser su amigo y guardaespaldas.

—Tampoco te vi Hoseok hyung —se acomodó los cabellos atrás de sus orejas estirándose para guardar aquella pulsera en su mueble, nervioso que alguien lo viera sin ser posible —Creo que porque era muy tarde. Cenamos un poco de fideos con verduras... —se acomodó en sus sábanas de nuevo, jugándola entre sus dedos —Estuvo todo bien en el día, no utilicé a Teddy —hizo una sonrisa nerviosa que fue escuchada por el alfa al mencionar el objeto de seguridad.

—Me alegro... —rodeó su mueble llevando sus cabellos para atrás haciendo ligeros toques ansiosos en ella con sus dedos —¿Estás bien? Digo... ¿Crees poder dormir si me quedó de esta manera? —lo había dicho.

Taehyung sintió sus mejillas acalorarse y es que en esa noche se sentía seguro dormir, aunque tardara un poco en conciliar el sueño. Pero lo dicho por el alfa le alegrara que no fuera una molestia para el pelinegro y se preocupara por su bienestar —Estoy bien, pero por favor, quédate...

Fueron sus palabras para comenzar una extensa platica donde los dos se entretuvieron en el día del otro.

La noche parecía larga, pero apenas habían pasado unos extensos minutos encontrándose a un omega somnoliento en la cama, abrazando una almohada y lejos de lo que era la lamparilla, sonriendo y contestando sutilmente a la voz suave del alfa que le contaba sobre los nuevos guardaespaldas que fueron contratados. Quería ponerle toda la atención posible, pero sus ojos se sentían tan pesados que al final dejó de escuchar su voz.

Hoseok se dio cuenta que Taehyung estaba a punto de caer dormido por lo que calló sus palabras para escuchar su baja respiración y algunos quejidos. Se acomodó en sus almohadas pensando si estaba desarrollando demasiado rápido un apego con el joven castaño. Y a decir verdad eso no le desagradaba, porque la persona del chico le gustaba, y podía ver que en un futuro podrían convertirse en buenos amigos, uno que le enseñaría sobre las pequeñas cosas felices de la vida con ternura y dulzura propia, y él por su parte le otorgaría su confianza para lograr que el castaño cumpliera sus sueños saliendo del lugar.

Estaba dispuesto a que funcionara.

Tendría que hacerlo y lograrlo, no como en el pasado donde no pudo impedir que la vida de un pequeño se arruinara.

Las cosas eran diferentes, tampoco era como algo de su subconsciencia que lo atormentara y lo empujara a ayudar a cualquier persona que lo necesitara; no. Solo que había caído por ese agradable chico, su lobo por su parte sentía una conexión por ese omega, sin que significara algo romántico, era como una curiosidad y afinidad que estaba descubriendo alzando su cola, pero había algo que lo impedía completamente temiendo un daño en el lobo del omega. Por eso estaba expectante de lo qué sucedería, quizás conocerlo se convirtiera algo significativo en su vida; quería saberlo.

Mi Dulce Omega  (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora