Mi Dulce Omega (HopeV)

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—Agente Min, nuestros hombres se están movilizando, preparándose para atacar. Estamos listos para disparar —se escuchó en el intercomunicador.

Esto fue unas horas antes que los sospechosos rodearan las casas de las familias de los agentes y decidieran entrar en una de ellas, la seguridad estaba completamente reforzada, lo que era prácticamente una sentencia de muerte al entrar. El hogar de un agente sería la perdición, porque aparte de poseer los sistemas de seguridad, había varios escuadrones protegiéndolos.

Una fuerte balacera se desató terminando en la captura de la mayoría de los sospechosos, ser familiar de un agente sobrellevaba a más riesgos cuando la identidad era descubierta por los enemigos. Por eso debían de actuar con prudencia ante los peligros.

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Desde que Hobi le regaló esa pulsera no dejaba de mirarla, era muy bonita con ese pequeño candado y brillante ante sus ojos, se podría considerar que era su primer regalo, uno que podría tocar y cuidar, solo ese pensamiento le hacía soltar risitas a cada rato y abrazar a Hoseok cuando quería agradecerle ese bonito regalo. Adoraba su actual familia y no quería separarse nunca de ellos, especialmente del alfa con aroma relajante a café con chocolate. Sabía que allí afuera había gente muy mala que le hizo llorar muchas noches y temía que lo encontraran, por eso con más razón solo quería permanecer a lado de Hoseok.

Fue por unos lápices de colores dispuesto a practicar sus letras y dibujo, mientras esperaba que Hobi saliera del baño, las colocó en la mesa para escribir la palabra "Familia" que el mayor le había corregido y posterior agarró un lápiz de color dibujando lo que serían personas. En poco en el blanco papel con ligeras arrugas había dibujado su espectacular pastel, con un chico que poseía dos hoyitos en las mejillas que representaba a Hobi, a su cariñosa hermana JiWoo que, aunque no haya estado, si le hubiera gustado que estuviera allí, y por último se dibujó él con una gran sonrisa, feliz por ese día. Agarró más plumones de colores para ponerle detalles a su bonito dibujo, unas líneas por arriba y unas flores por otro lado, estaba logrando terminarla cuando de repente sintió un aroma extraño en el aire, no era como el de uvas frescas de JiWoo, ni suaves y relajantes como el de Hobi, sino más bien hipnotizantes, lo estaba llamando a seguirlo, ir allí donde se encontraba. Su pequeña nariz se movió dejando los plumones en la mesa, se levantó al momento que sus pies quisieron caminar para ir allí.

—Cachorro... ven conmigo.

Su mente estaba en un tipo de confusión, ese no era su nombre, pero lo conocía, sabía que debía de ir. Salió de la habitación para dirigirse en la entrada, caminó con rapidez hasta tocar lo que era un sistema de seguridad con botones, mismo que apretó para poder salir, tal cual lo hacía Hobi para ir a la escuela. La puerta se abrió para sentir el frío de la noche, sin mucha importancia sus pies empezaron a moverse con rapidez , corriendo lejos de la casa de los Jung.

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Hoseok salió fresco y limpió de la ducha, estaba disfrutando ese día completamente con su adorado hermanito y esperaba que después de una ligera cena leyeran un cuento antes de dormir. Visualizó la habitación donde debería estar el menor haciendo una que otra cosilla en sus cuadernos, sin verlo a primera vista se acercó a la mesita viendo unos recientes dibujos, sonrió por lo que había allí, fue por él dispuesto a que el pequeño le mostrara sus dibujitos.

—Debe de estar en la cocina —se dijo sonriendo, esperando que estuviera allí tratando de comer otra rebanada de pastel, caminó con cautela pendiente de que el menor no le hiciera una travesura como asustarlo de repente.