Mi Dulce Omega (HopeV)

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—¿Necesitas ayuda? —el alfa con cabellos castaños habló al omega que estaba recogiendo sus cosas después de la práctica de tenis. Miró sus labios rojos y ese rostro sudoroso, captando lo hermoso que era ante sus ojos: se veía educado, amable y delicado, casi como los que le gustaban. Lo había visto en el año anterior en su equipo de selección, pero por razones casi obvias estaba de nuevo en el inicio —Es algo tarde, puedo llevarte a casa —sonrió con el poder de sus labios, tratando de ganarse la confianza de ese omega de primer año —¿Qué dices?

—Pu-puedo ir solo, Namjoon. No quiero darte problemas... tú eres el líder de equipo y estaría quitándote tu valioso tiempo —terminó por guardar sus cosas parándose del suelo donde acomodaba sus cosas, rezando para que no se tropezara o resbalara en el suelo ante el alfa que hacía latir su corazón como loco, porque estaba muy nervioso desde que sintió su presencia cerca, sin pensar que lo hablaría esa tarde.

—Insisto, puedo llevarte. —tomó el brazo del lindo omega para llevarlo con él, observó ese rostro rojo sabiendo que había influido en él, como casi todos los omegas de la universidad. Ese omega estaba en su mira desde que se enteró que estaría en su equipo y no por ser realmente bueno en el deporte. Rápidamente lo guio y lo ayudó subir en su auto, con mucha facilidad no creyendo que aceptara fácilmente —¿Dónde vives?

Kim Namjoon lo había tomado del brazo y lo había ayudado a subir en su auto, su toque leve le hizo revolotear tanto que se sentía dentro de un sueño, volando por el suave aroma de pino que se sentía en el aire. Dio su dirección cercana, esperando expectante de ese momento que no creyó que sucediera con su amor platónico. Al llegar cerca de su casa se bajó y el alfa le sonrió tanto que pensaba morir en la calle por esa sonrisa, y seguramente estaría con las orejas tan rojas por aquello, que no dudo en casi correr para doblar cerca de su casa. Cuando lo hizo un brazo lo jaló, mismo que lo hizo impactar cerca de una pared.

—¿Dónde estabas Jin? Compré helado para ti, pero me las terminé de comer yo solo, porque cierta persona llegó muy tarde. He estado esperando por ti como estatua desde hace horas... —vio la cara de su amigo sin que le esté haciendo caso y con una sonrisa estúpida que le molestó —Escúchame, idiota —golpeó su brazo haciendo que el omega se volteara y lo mirara. Entonces, sintió ese aroma, de un alfa —Hueles asqueroso, ¿no te bañaste antes de venir? —tapó su sensible nariz con su brazo.

—No me bañaría por el resto de mi vida —dijo en un tono ensoñado —No me vas a creer a quién me encontré al final de la práctica y que amablemente me trajo, no lo vas a creer Jungkook.

—¿Quién? —esta vez se colocó en modo serio y casi no le agradaba lo qué podría enterarse.

—Kim, Namjoon. Él estaba allí con su perfecta sonrisa, y su cuerpo bonito sudoroso, es más alto que yo y eso me gusta. Dijo que podía traerme, le había dicho que no, pero insistió —suspiró profundo mirando a su amigo enojado —Ya, perdóname que no haya venido a tiempo, es que el entrenador me hizo quedarme una hora más. Además, no estas feliz que tu amigo se haya encontrado a su amor platónico, debes de apoyarme Kook.

—Es un alfa puto, solo es cuerpo. Pero te aseguro que es una papa en el deporte.

—Solo estas celoso que él es el líder de equipo, al que querías entrar. Mejor olvídalo. No quiero pelear contigo por él. Dime qué me invitarás para cenar...

—Nada, ve con tu estúpido alfa líder de equipo —caminó a prisa cuando el flujo de sus brazos fue impedido por el omega, su amigo.

—Ya Kook, no estés enojado. Nos hemos llevado desde pañales y no me gusta que me ignores —vio que el alfa quitó su brazo, pero volvió a tomarlo, viendo una sonrisa de quizás perdonarlo de esa leve pelea —Cómprame soju y tal vez te perdono.