Gol

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La mitad del segundo tiempo ya estaba llegando, el portero mexicano con sudor en la frente esperaba algun movimiento que le pudiera dar la ventaja a su equipo, ser un omega no iba a ser impedimento para lograr sus metas.

La tensión estaba a un nivel increíble pues ya faltaba poco para finalizar el partido y todo apuntaba a un inminente empate.

—por favor, metan a Fúnez muerto a jugar—  susurró Memo esperando un milagro cuando a lo lejos divisó a alguien acercándose con el balon, tomó posición y observó a detalle cada movimiento de las piernas del jugador albiceleste.

Su corazón se aceleró al mirar aquel rostro lleno de adrenalina y el rostro de aquel hombre, parecía un angel, además su olor a alfa era tan increíble.

De pronto la cercanía ya era demasiada por lo que se lanzó para atrapar el balon fallando en el intento.

—GOOOOOOL DE ARGENTINA!!!!— Los fanaticos del equipo sudamericano festejaban de una manera increíble, Guillermo llevó ambas manos a su rostro lleno de decepción por su mala actuación en un partido tan importante, se sentía terrible.

Una mano tocó su hombro y ese aroma tan relajante se intensificó

—tranquilo, diste lo mejor de ti— Era Lionel quien había interrumpido su festejo para acercarse a el, con suavidad lo abrazó para consolarlo.

Era tan increíble, no por nada era de los mejores jugadores del mundo y ya notaba por que lo era. Messi limpió con su manita las lágrimas en los ojitos del portero.

No solo había anotado gol en la cancha, también en su corazón.

Como iba a soportar todo el resto del partido sin dejar de poner la mirada en el.

No lo sabía, pero estaba enamorado de Lionel Messi

Amor en fase de gruposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora