—y...yo lo siento mi Leo— En el rostro del mexicano se podía notar el dolor por alejarse del hombre que amaba, solo por un maldito juego de fútbol.
—por favor quedate conmigo, hagamos una vida juntos y escapemos a otro pais donde no nos puedan encontrar— Lionel estaba decidido a no dejar que se alejara de su lado. Aún si eso significaba abandonar toda su vida como la conocía.
—sin ti yo no seré nada, por favor— agregó el argentino y miró a sus ojos para después limpiarlos con un pañuelo.
—no puedo, te amo pero esto no puede seguir—
—por que? Hice algo malo? Algo que te lastimó?—
—no, jamás me has lastimado pero estoy aceptando la realidad, tu y yo no debemos estar juntos— realmente Memo tenía miedo de que alguien pudiera dañarlo.
—estamos unidos por un lazo inquebrantable, tienes mi marca y yo tengo la tuya— Messi acarició el cuello del omega por sobre el collar, aun podía sentir la mordida ahí. Lo abrazó con una fuerza leve para no lastimarlo.
Ochoa lo separó y salió de la habitación sin decir una palabra más.
—si es tu decisión la acepto— Lionel se sentó en la cama y con el mismo pañuelo que usó en Memo se limpió las lágrimas.
No volvió a ver a su Omega durante ese día y el siguiente.
Mi memo ❤️
Quiero verte por favor
✓✓ 10:25 am
Te lo suplico
✓✓ 1:56 pm
Solo una vez más
✓✓ 5:35 pm
El 3 de diciembre la selección ya estaba en el aeropuerto, Guillermo miró su boleto de abordar y caminó.
Lionel tomó una decisión, salió corriendo del hotel y tomó un taxi al aeropuerto. Llegó rápidamente para preguntar. Pero era tarde, el vuelo hacía México ya había salido.
Cayó de rodillas al suelo sujetando su sudadera, había perdido a su omega.
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Comentario del autor: hoy es día de lavar mi ropa
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Amor en fase de grupos
RomanceGuillermo Ochoa queda perplejo ante aquel tiro de Lionel Messi y un gol de amor entra en su corazón