La mañana era demasiado tranquila y silenciosa, realmente no tenían en cuenta lo que pasaba afuera en el mundo exterior, solo eran ambos en la cama dormidos.
—mmmm hueles delicioso— Leo acercó su rostro al cuello de su omega para olerlo, amaba ver la marca de su mordida, era solo suyo y de nadie más. Simplemente era lo mejor del mundo.
—mmmmm no me andes haciendo así — Memo seguía medio adormilado, abrió los ojos y lo primero que vió fue el rostro de su amado quien sonreía como idiota mientras acariciaba su mejilla.
—que lindo eres— Messi admiraba cada facción del rostro de su amado prometido, estaba tan feliz.
La mano del argentino bajó a tocar el pecho de su omega, justamente sintió el pezón y lo apretó muy suavemente, eso hizo que Ochoa soltara un gemido mientras se ponía rojo.
—mghhh nooo, me estoy excitando—
—me encanta eso, quieres hacerlo?—
—s..si, si quiero, estoy muy sensible y necesito ser cogido—
Al escuchar la autorización Lionel se levantó para acomodarse, con suavidad se fue quitando la pijama y también la de Guillermo, ver su pecho hinchado por la lactancia lo hizo sentir lujuria, deseaba probarlos así que se acercó a lamer uno con cuidado.
Se estaba endureciendo y eso era lo mejor, las manos de Ochoa apretaban con fuerza las sábanas.
—se nota que esto te gusta verdad amorcito?—
—s..si, sigue y dame por que lo necesito mghhhh— Memo jadeaba, su sensibilidad lo hacía excitarse demasiado rápido con toques leves.
Messi lo deseaba tanto, verlo así desnudo en la cama con esa bella pancita y el rostro muy rojo era increíble, quería guardar esa imagen en su mente por el resto de su vida.
Acercó la mano al pene de su prometido y lo apretó para empezar a masturbarlo, escuchar los gemidos que soltaba era como una hermosa melodía.
—ahhhhhh sigue mi amor, sigue por favor mghhh— el omega estaba disfrutando mucho, lo necesitaba dentro, se corrió mientras respiraba con rapidez. Leo sabía que por el embarazo eso era normal.
—quieres ya mi amor? Te voy a rellenar como twinkie—
Guillermo asintió muy urgido de un enorme pene en su interior, rogaba por el.
Messi sacó el suyo y lo acercó con suavidad para rozarlo en el trasero de su amado.
—mghhhh es enorme—
—no tanto amorcito—
—ah no? Cuanto te mide?—
—te parecen bien 47 centímetros?—
Se soltó a reír y el omega también. Sostenía los muslos de Guillermo mientras iba adentrando su miembro con empujones, no podía abrazarlo como tal debido al tamaño de su vientre pero eso no le impedía hacerlo disfrutar.
—AHHHH SI SI, SIGUE, DAME DURO POR FAVOR MGHHHHH, DAME LECHITA— Ochoa ya estaba en un éxtasis al sentirlo dentro.
El alfa también lo disfrutaba mucho, con el paso de los minutos notó que su Memo ya estaba exhausto así que se detuvo y lo sacó, no quería cansarlo más.
Ya teniendo el pene fuera tomó una toallita y lo envolvió, se vino ahí.
—l..lo siento mi amor, seguro querías más y lo arruiné— Guillermo volteó a un lado, estaba decepcionado de si mismo.
—mi amor, solo quiero hacerte sentir bien, no te preocupes por eso que yo te amo y te voy a consentir siempre que lo desees—
—gracias mi vida— el omega sonrió, recibió un beso en los labios.
Leo fue por un paño y comenzó a limpiar el trasero de su prometido, le puso la pijama y después el hizo lo mismo. Se volvió a recostar a su lado.
—dormimos de nuevo?—
—si amor— ambos se abrazaron amorosos y se quedaron dormidos sin saber que afuera la tormenta se desataba, una de criticas y morbo de personas que querían respuestas ante el nuevo escándalo.
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Comentario del autor: mañana iré a los Esland, estaré afuera del auditorio nacional
No alcancé boleto pero quiero ver a los fans del quackitySi van los veo allá
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Amor en fase de grupos
RomanceGuillermo Ochoa queda perplejo ante aquel tiro de Lionel Messi y un gol de amor entra en su corazón