—y bueno, me das mi leche?—
—QUE NO!!!!!—
—pero tu me dijiste que si—
—mira pulga, solo por que te amo lo voy a hacer— Memo aun seguía rojo, siempre usaba protectores de pezones que se adherian a la playera.
—gracias mi vida, te lo voy a recompensar con una enorme pila de chocolates y gomitas solo para mi gordito hermoso— Leo sonrió mientras ponía su mano en la pancita de su omega, se agachó para darle un beso.
—hola bebé, estás ahí?—
—agh— Guillermo sintió un pequeño dolorcito.
—me pateó, sentí el golpecito en la cara— la felicidad era notoria en el rostro de Messi, era la primera patada de su bebé.
—mi amorcito no molestes a papi, se que vas a ser el o la mejor futbolista pero cuando llegues si?— seguía acariciando suavemente, quería calmar esas patadas.
—creo que ya, dios, es fuerte— Ochoa se sentó.
—con todo esto se nos olvidó, debemos irnos o llegaremos tarde— Leo se levantó rápidamente para tomar la mochila, se la acomodó y luego le puso un gorro a su amor, no quería que le diera frío o se resfriara.
El argentino ya llevaba todo, no dejaba a su amado cargar, salieron de la casa y fueron al auto, le abrió la puerta ayudandole a entrar y el subió después para encenderlo, manejaba a una velocidad prudente.
Memo veía contento la ventana, sacó de la mochila un huevito de chocolate para comerlo.
—me das de tu chocolate?—
—no—
—ay—
—está bien, toma— le puso la mitad del chocolate en la boca, ambos se habían vuelto muy comelones.
—que rico, debo ir a comprar más de esos— entraron a un estacionamiento privado que la clínica tenía, era para evitar el acceso a periodistas y fotógrafos, acomodó el auto y bajaron, para acceder pasaron por una caseta y entregaron su ficha, una enfermera los recibió.
—bienvenidos, por aquí— la mujer los guiaba a uno de los pasillos, llegaron al consultorio de la obstetra. —pueden pasar— ella abrió la puerta y se retiró, Guillermo entró.
—hola, puedes recostarte en la camilla— todo ya estaba listo pues tenían cita anticipada, con ayuda de su alfa se acomodó, la doctora levantó la camiseta de Memo para revisar el estado de su bebé, el vientre del omega ya estaba grande.
Eso enternecia a Leo, estaba feliz de presenciar un momento tan bello.
—está frío— Ochoa soltó un quejido, odiaba ese gel, pronto estarían viendo a su hijo en la pantalla del consultorio.
—ese de ahí es su bebé— la mujer indicaba donde se encontraba.
Los ojos de Messi se llenaron de lagrimas al escuchar esos hermosos latidos.
—mi amor, nuestro frijolito está ahí, creciendo con mucho amor— tomó la mano de su omega y unió su frente con la de el, estaban tan emocionados.
—quieren saber su sexo?—
—s..si por favor— respondió el alfa muy feliz, quería saberlo.
—por favor, necesitamos saber—
—muy bien entonces es....—
La doctora movió un poco más el aparato.
—es un precioso niño—
Leo miró a los ojos de su amor y se levantó muy emocionado —si, siiiii, es un niño!!!!!— daba brincos muy feliz, Guillermo no paraba de llorar, era una noticia increíble.
—te amo, te amo tanto, muchas gracias mi vida— Messi se volvió a acercar para besarlo con mucho cariño.
La doctora les dió algunas indicaciones más y limpió el abdomen del omega, ambos salieron de la clínica y fueron al auto, el argentino manejaba con rumbo a un restaurante.
—vamos a celebrarlo con un rico buffet, te parece?—
—si mi vida, tengo mucha hambre—
—perfecto—
En pocos minutos llegaron al lugar, Messi estacionó el auto enfrente.
—amor, me esperas?— Leo no quería que se cansara.
—no, voy contigo, quiero elegir mi comida—
—bien amor— el alfa lo ayudó a bajar para caminar al restaurante, no se percataron de algo, alguien les había tomado una fotografía.
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Comentario del autor: ayer dije que amaba panic at the disco y hoy se separan, nooooo
Sabían que soy metalero?
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Amor en fase de grupos
RomanceGuillermo Ochoa queda perplejo ante aquel tiro de Lionel Messi y un gol de amor entra en su corazón