Evento

2.8K 319 263
                                    

El corazón de Memo se aceleró al despertar, por un momento pensó que estaba teniendo un hermoso sueño y seguía en el reclusorio. Su angustia acabó al abrir los ojos y notar que enfrente tenía a Leo dormido y sonriendo de una manera tan dulce mientras tomaba su mano. Ese era su motivo de tranquilidad.

Se levantó de la cama para acercarse a la cuna que estaba a un lado, su pequeño frijolito dormía también.

—mi chiquito, varios meses en mi vientre para que salieras siendo una copia de el, pequeño traidor— con cuidado se acercó para darle un beso en la frente. Decidió dejar dormir a ambos.

Al bajar por las escaleras pudo percatarse de un aroma delicioso a mantequilla y pan, el no tenía alguna trabajadora domestica o alguien que le ayudara con eso así que le pareció extraño.

—hola?— se acercaba a la puerta de la cocina, de inmediato se asomaron dos personas, Cris y Javi.

—buenos días dormilón, preparamos el desayuno— mencionó Javier mientras rompía huevos en un traste, aquel se lo dió a Ronaldo.

—debes batirlo con cuidado vigilando el movimiento de tus muñecas— el se limpió las manos y se acercó a darle un abrazo a su querido amigo. Le provocaba mucha felicidad verlo libre después de tantas injusticias.

—oigan, no es por nada pero es extraño que ustedes estén cocinando en mi casa— Guillermo se sentó en la barra.

—emmm bueno, nosotros estamos al pendiente de ti, de Leo y del bebé, a pesar de que somos personajes secundarios sabemos perfectamente que sucede y queremos ayudarlos en lo mejor posible, todos hemos estado ayudando a Lionel desde que te metieron al bote.

Esa expresión no le pareció muy graciosa así que Memo frunció el entrecejo.

—vaya, muchas gracias por eso, realmente lo aprecio—

—pero estamos felices, muchas cosas eran diferentes sin ti, Leo no dormía, casi no comía, esa es otra de las razones por las cuales aquí nos quedamos— el chicharito volteaba constantemente para vigilar si Cris hacía bien el batido.

El portugués se asomó al verlo así para mostrarle como avanzaba.

—no solamente nosotros, a veces vienen Xochi y Julián— el no hablaba a la perfección el español así que para mas facilidad le decía así.

Guillermo sonrió, después de tanto tiempo la volvía a pasar bien con amigos.

—llevo mucho sin verlos a ellos—

—no te preocupes por llamarlos, al rato vienen, por eso estamos cocinando tanto, vamos a festejar tu regreso— Javier se levantó para revisar de nuevo la comida, puso pan con mantequilla en un plato y también sirvió arroz rojo con pollo en salsa de mole, sabía que eso le gustaría a Memo.

La expresión de Ochoa al ver semejante manjar era de emoción, tomó una tortilla y comenzó a comer, se notaba que extrañaba la comida casera. Suspiró aliviado.

—ohhh dios que delicia, gracias— 

—solo no te llenes mucho, nos reuniremos en la tarde así que prepárate— Javi bajó la flama de la estufa para que no se quemara la preparación, Cris se sentó a su lado.

—oigan, pero en serio mi Leo estaba tan mal?—

—si, fue demasiado su estrés que incluso se encerraba en la habitación y no salía, tuvimos que obligarlo a salir—

Escuchar eso no fue lindo, realmente se estaba sintiendo mal por todo lo que su amado pasó. Sintió una mano tocar su hombro.

—hey, ya pasó, es hora de mirar el futuro y disfrutar lo bueno—

Amor en fase de gruposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora