-gracias amigo- Memo se despidió de Javier y le fue a abrir la puerta.
-cualquier cosa llamame por favor, no tolero que te estén dañando de esa manera, me alegra que estés con un buen alfa, si te hace algo le meto esa copa por el culo- el chicharito se retiró de ahi.
Guillermo entró de nuevo y limpió sus ojos, de alguna manera u otra Lionel tendría que enterarse de su situación pero tenía miedo de decírselo. No por su reacción, mas bien para no involucrarlo.
Tomó rumbo a la cocina y empezó a sacar ingredientes, le preparó una pasta alfredo y un filete. Todo lo fue poniendo en platos y una charola en la cual también puso agua de horchata y una fruta picada.
Fue a la habitación y abrió la puerta tratando de no hacer ruido, puso la comida en la mesita y se acercó a besar la mejilla de su Leo.
-amor, debes comer- el argentino abrió sus ojos y se sentó en la cama.
-hola lindo, gracias por esto, se ve delicioso- sonrió y tomó la charola para empezar a comer, Memo se sentó a su lado.
-amor, hay algo que deba saber?- Messi no paraba de comer pero necesitaba una respuesta a su cuestionamiento.
Ochoa suspiró al escuchar esa pregunta, la sensación de nerviosismo lo invadía.
-todo empezó cuando me reclutaron para el club América en el 2004, el técnico Leo Leenhakker me llevó a primera división y entré, yo para ese tiempo había cambiado mi registro a beta, los omegas no eramos aceptados en el fútbol y aquella persona que me ingresó fue Gerardo Martino alias el Tata- Lionel escuchaba con atención sin dejar de disfrutar su espagueti.
-el se había retirado del fútbol y empezó como entrenador-
-ahhh, el estuvo en la selección argentina juvenil, ya entiendo por que perdieron el partido de fase de grupos - Messi empezaba a darse cuenta de todo.
-si, cuando yo entré el empezó a hostigarme con propuestas sexuales indecorosas, no accedí pero estaba bajo amenazas, tras el retiro del anterior guardameta me volví titular del equipo y estuve ahí un aproximado de 7 años, en los cuales tuve que soportar sus toqueteos, su acoso, sus palabras asquerosas- estaba empezando a llorar.
-estuve un buen tiempo, llegó un dia en el que me quisieron unir con otro alfa, Oswaldo Sánchez, portero de la selección mexicana, pero no pudieron ya que los integrantes del equipo me apoyaron; me pasé a otros clubes y aun así las palabras no paraban, todo se intensificó hasta apenas cuando tu y yo nos conocimos, me amenazó con dañarte y tengo miedo si no hago lo que el quiere-
-entonces el te provocó esto- Lionel dejó de un lado la comida y acarició con suavidad las cicatrices en el rostro de Ochoa.
-si me tienes asco o me odias lo entenderé- Guillermo limpiaba sus ojos, esperaba que al abrirlos el argentino se levantara y se fuera.
Pero no fue así, Leo lo abrazó de una manera suave pero protectora, besó sus mejillas y con la mano limpió sus lágrimas.
-tanto has pasado, en serio y de verdad estoy a punto de ir a matar a ese sujeto por tocar al amor de mi vida- estaba visiblemente molesto pero abrazaba a su omega con todo el cariño del mundo.
-no quiero que te hagan daño, casi te pierdo-
-no amor, aquí estoy y siempre lo estaré- no paraba de abrazarlo, no dudaría en protegerlo de nuevo.
-eso era lo que tenías que saber-
-no me lo esperaba- Messi volvió a tomar el plato.
-no era eso?- Memo levantó la mirada.
-no, yo preguntaba principalmente por tu amigo que me quitó la copa para tomarse una foto-
-oh-
-pero gracias por tu sinceridad, ahora esto es de ambos y no lo vas a cargar solo, te protegeré- siguió comiendo un poco mas tranquilo.
-eres tan lindo-
-tu más, y amo tu aroma, cambió de dulce de leche a algo mas delicioso, vainilla con caramelo-
Era la segunda persona en decírselo, era algo extraño.
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Comentario del autor: hoy acabó Karmaland y lloré.
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Amor en fase de grupos
RomanceGuillermo Ochoa queda perplejo ante aquel tiro de Lionel Messi y un gol de amor entra en su corazón