—Entonces, ¿qué dices?—preguntó con una sonrisa mirando expectante a la castaña clara. —Recuerda que aún me debes esa salida.
— ¿En serio quieres salir conmigo—la omega pregunto incrédula, pues no era normal escuchar a alguien invitándola a salir y menos tratándose de un chico.
Alejandro asintió varias veces aun con su sonrisa intacta. En serio parecía querer tener esa salida con ella, al menos así se lo hizo ver a Meztli.
Meztli en realidad no sabía que responder ante aquella insistencia, por un lado si quería ir para distraerse un rato pero estaban los nervios de pensar que saldría con el pelirrojo a solas. Sin embargo, no podía evitar no enternecerse por lo emocionado que parecía estar el chico alto.
—Bueno, está bien. —aceptó, soltando una pequeña risa al ver como el chico aplaudía de la emoción.
—Veras que nos la pasaremos estupendo. —soltó con júbilo. —Es más, dame tu número de teléfono. Así podremos ponernos de acuerdo y decidir a donde salir.
—Okey. —sacó su celular para dárselo al pelirrojo y este le diera el suyo.
Ambos escribieron sus respectivos números de celular en el del contrario, guardándolo en sus contactos.
—Bien, ya tienes el mío y yo el tuyo. Así podremos comunicarnos mejor y decidir por un día. —sonrió, guardando su celular en el pantalón de su uniforme escolar.
—Supongo que sí. — asintió con una pequeña sonrisa. La omega no podía asimilar haber intercambiado números con el pelirrojo. Su lista de contactos tenía un nuevo número más y era el de un amigo nuevo, no de un doctor ni familiar, sino de un chico. ¿Entonces eso significaba que eran cercanos?
—Bueno, me tengo que retirar ya. Me dio gusto haber pasado un rato contigo, pequeña. —sonrió mientras se levantaba de las gradas.— ¿Aun te quedaras? Si quieres te puedo llevar a tu casa. — se ofreció.
—Gracias, pero debo quedarme. —negó con amabilidad.— Tengo que dar tutorías ahorita.
— ¿Tutorías?—preguntó curioso. — ¿A quién?
— A mí. —dijo una voz grave frente a ellos. Meztli se levantó de golpe al verlo ahí parado, todo sudoroso por el entrenamiento.
Alejandro volteo hacia Julián, quien se encontraba algo serio parado frente a las gradas con su típica cara de pocos amigos y pose de hombre rudo. Su uniforme blanco estaba sucio por la tierra del campo y su cabello era todo un desorden que apenas podía mantenerse en lugar por esa gruesa diadema de tela elástica.
— ¿Kim?—el pelirrojo lo miro con incredulidad, para luego volver su vista a la chica. — ¿Le das tutorías a Julián?
—Sí, ¿algún problema, Navarro?—gruñó, cruzándose de brazos.
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Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...