Una Historia Muy Cliché- Omegaverse

♡Capítulo 72♡

Ahí estaba de nuevo, luchando contra el enorme miedo que le provocaba estar cerca del enorme caballo. Debía ser una masoquista para querer volverlo a intentar, pero fue personal cuando dejo que el caballo tomara las riendas. Ella debía ser la que mandaba y decidiera hacia donde tenían que ir y a qué velocidad.

— ¿Estas segura de querer volver hacerlo? No pasa nada si—

—Estoy decidida abuelo.

El mayor asintió no muy convencido pero aun así no contradijo a la menor, respetaría la decisión de su nieta. Se posiciono esta vez al frente del caballo por si llegaba a salir disparado como loco. Si debía ser pisoteado por el enorme animal para salvar a su nieta lo haría sin pensarlo.

—Avísame cuando estés preparada.

Meztli asintió hacia su abuelo para luego posicionarse tal y como se le había instruido anteriormente. Volvió a posar su mano en el pomo y el pie en el estribo para luego impulsarse hacia delante subiendo exitosamente al asiento con menos problemas que la primera vez. Tomo las riendas con determinación y hacerle una seña con su cabeza a su abuelo indicándole que podía moverse del frente. El mayor temeroso se hizo a un lado sujetando las cuerdas del burro preparado para salir detrás de su nieta por cualquier cosa.

— Avanza. —ordenó al caballo, moviendo las riendas delicadamente hacia arriba; sonriendo victoriosamente cuando el animal obedeció moviéndose lentamente hacia adelante.—¡Abuelo, lo logre!

—Si. —sonrió orgulloso al ver a su nieta contenta celebrando por haber domado al caballo.—Lo lograste, pequeña.

Se sentía bien tener el control de todo. Ella decidía el camino que quería tomar y la velocidad en la que quería llegar a su destino. Por una vez en su vida sentía que tenía el mando. Acaricio la cabeza de Eclipse con delicadeza concentrado en seguir caminando derecho. La omega cerró los ojos para aspirar el agradable aroma de la vegetación y tierra mojada que la rodeaba. Se sentía en paz después de mucho tiempo.

Estaba disfrutando su vida como hace mucho no lo hacía.

—Veamos que tienes, bonito. —azoto con un poco de fuerza las riendas provocando que el animal empezara a trotar controladamente. —Demuéstrame porque eres el poderoso Eclipse.

Y como si el caballo pudiera entenderle, acelero su paso dándole la mejor experiencia de su vida.

Toda la tarde se la había pasado cabalgando junto a Eclipse sin borrar esa enorme sonrisa de su rostro. De alguna manera sintió revivir y dejar atrás todo lo que la ataba al suelo. Se sintió viva después de mucho tiempo.

—Me hubieras visto derrotar al abuelo en una carrera, abuela.

—Eso no fue justo, yo tenía al burro.

—Admítelo abuelo, yo soy mejor que tú. — rio aún más al ver a su abuelo formar una mueca disconforme para tomar un gran bocado de la cena que su omega les preparo mientras ellos seguían cabalgando.

—Digamos que te deje ganar. —guiño un ojo.

—Lo que digas, abuelito. —la omega rodo los ojos divertida; nunca imagino que su abuelo fuera un alfa tan competidor. —Por cierto, el caldo de res te quedo delicioso, abuela.

—Me alegra que te gustara, amor.

La mayor estaba contenta de ver a su nieta hablar con tanto regocijo compartiendo su día con ambos mayores. Sintió una mejora en el humor de su nieta, de estar encerrada en su habitación ahora estaba conviviendo con ellos. Esperaba seguir viendo a esta Meztli; a la vieja niña llena de alegría.

—Se me olvido avisarte, Meztli, tus padres vendrán por ti este fin de semana.

—Ah...si, gracias. —soltó sin mucho ánimo; toda la felicidad que sentía hace rato pareció abandonarla rápidamente. Algo que desconcertó a sus abuelos por el cambio repentino de humor.

— ¿Estas bien, cariño?

—Si...

— ¿Pero?

—Solo no me siento lista para regresar—regresar a mi sufrimiento, quiso decir. —Me gusta estar aquí.

—Me alegra que te guste estar aquí, cariño, a nosotros nos gusta tenerte aquí, pero sabes que debes regresar. No puedes seguir faltando a la escuela y estamos seguros que todos te extrañan.

Meztli quiso reír con eso último. ¿Extrañarla? Apostaba que ni siquiera se acordaban de su existencia. ¿Cómo les decía a sus abuelos que su vida era como una película de terror? Solo estaba rodeada de desgracias y sufrimiento.

—Les aseguro que no le hago falta a nadie.

— ¿Por qué dices eso? Sabes que no es cierto.

—Abuela...ustedes no entenderían lo que vivo cada día de mi vida allá. —frunció el ceño, su apetito esfumándose.—Si me disculpan, ya no tengo hambre.—se levantó recogiendo su plato para llevarlo al fregadero.—Buenas noches.

—Meztli...

Simplemente no estaba lista para lidiar con su realidad una vez más. Quería esconderse aquí, lejos de todos, por el resto de su vida.

—Estoy cansada, por favor.

—Bien.

La omega canosa prefirió guardar silencio y permitir que la menor se retirara. Clarificarían las cosas con más calma al día siguiente cuando su nieta estuviera con mejor ánimo. Solo esperaba que si estuviera dispuesta para ello.