Él, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio.
Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...
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Fue tan satisfactorio ver como aquel alfa moreno salía escoltado por los policías hacia la salida del instituto con todas las miradas sobre él. Meztli una vez tuvo en su poder aquella fotografía, que ahora fue dada de baja gracias a los policías cibernéticos, lleno un reporte en contra de Axel. Obviamente necesito dar más pruebas para demostrar que estaba siendo acosada por ese chico, lo cual no tenía físicamente, pero gracias a muchos que quisieron dar su testimonio se pudo continuar el caso y así encerrar al alfa tras las rejas. No tardaba en cumplir la mayoría de edad por lo que sería procesado como un adulto.
En cambio, Giselle y Alejandro fueron expulsados de la institución permanentemente. A pesar de que Meztli no había mencionado al pelirrojo en ningún momento, él decidió entregarse al director.
Las cosas habían cambiado en la escuela de un día para otro. Los estudiantes parecían ser libres al no tener que regirse por nadie más o temer ser las siguientes víctimas. El grupo de los populares aún seguía intacto, pero ya no parecía ser muy clasista entre sus miembros permitiendo el ingreso de estudiantes que no necesariamente pertenecían en algún club de deportes.
Meztli había dejado de ser la chica marginada que se escondía de todos bajo toda esa ropa holgada. Por supuesto que seguiría usando ropa suelta, aun se sentía incomoda mostrando mucha piel, pero con ayuda de sus amigas—quienes le ayudaban a vestirse más a la moda —su armario estaba siendo lentamente remplazado con nuevas prendas más juveniles. Su aroma ahora emanaba de ella con más intensidad, ocasionando muchas veces que los alfas se le acerquen con más frecuencia, pero gracias a sus guardaespaldas —Julián y Noah— todos huían sin tratar de hacer alguna clase de movimiento en ella. Su relación con su loba había mejorado considerablemente.
Y hablando de relaciones, Julián y ella no han tenido el tiempo de aclarar las cosas por sus ocupaciones. Meztli tuvo que ponerse al corriente con todas sus asignaturas atrasadas, recibiendo la ayuda de sus compañeros de clase, y Julián enfocándose en sus entrenamientos sin descanso. Ambos tenían mucho de qué hablar, pero no sabían cómo sacar el tema.
En cuanto Julián identifico el aroma de Meztli, comprendió con mayor claridad las palabras de su lobo: Nunca hubo dos omegas. Siempre fue Meztli la omega que su lobo llamaba con tanta intensidad, pero por su terquedad jamás presto atención a lo obvio.
Meztli era su omega y él su alfa, al menos eso decía su lobo.
— ¡Meztli!
La omega volteo hacia el dueño de esa muy conocida voz para ella, encontrándose a Julián corriendo hacia su dirección con su uniforme puesto de entrenamiento; las clases habían concluido por ese día.
— ¿Pasa algo, Julián?—enarco una ceja, pues el alfa debía estar dirigiéndose al campo.
—Solo quería saludar... —sonrió nervioso, por lo que la omega dedujo que esa no era la única razón. — y ver si ibas a asistir en las nacionales.
