Jamás creyeron que un recuentro pudiera ser tan incómodo. Después de quedar en verse al día siguiente, nadie tenía idea de que decir primero. Las tres amigas concordaron en que Meztli lucia diferente y más sorprendidas quedaron al percibir su aroma floral. ¿Acaso la vieja e insegura omega había quedado atrás?
—B-bueno...me alegra que estés de vuelta, Meztli. —soltó Paola tratando de romper la tensión del momento. Estaba harta de verse las caras nomas cuando nunca fueron así sus reuniones. Odiaba el solo pensar que las cosas no volverían a hacer igual que antes. —Extrañamos tu presencia acá.
Meztli creyó tener la valentía necesaria para ver a sus amigas a la cara y explicarles la razón de su repentina desaparición y comportamiento huraño hacia ellas, pero lo único que hacía era quedarse callada viendo el suelo de su habitación.
—No te preocupes de lo sucedido, Meztli. —Gina hablo apaciblemente, viendo como su amiga abría los ojos en grande ocasionándole una sonrisa tierna a la azabache. La omega de cabellera negra sabía cuál era el problema de que su amiga no quisiera verles a la cara: se sentía avergonzada de su actitud pasada. —No tienes que darnos explicaciones de porque decidiste alejarte. Nosotras estaremos aquí para ti siempre sin importar la gravedad de la situación.
—P-pero mi comportamiento no fue el indicado. —habló por primera vez desde que sus amigas llegaron a su casa.—¿Cómo pueden seguir queriendo ser mis amigas cuando yo lo único que hice fue darles la espalda?
—Las amistades también pasan por momentos difíciles, pero si son lo demasiado fuertes, nada hará que se quiebren. —Alejandra sonrió con seguridad, viendo a su menor mirar decaídamente al suelo una vez más por lo que tuvo el atrevimiento de acercarse a la omega para tomar su mentón con delicadeza y así la viera a los ojos. —Sabemos que no estas enojada con nosotras, sino dolida...
—Es justificable que te sientas traicionada cuando fuimos parte de guardarte ese secreto de ti.
—Ustedes...Lo siento. —soltó en un hilo de voz apagada. Aun así sentía que no era justo en la manera que las trato cuando ellas, a pesar de todo, siguieron a su lado siempre. —Simplemente pude haber hecho las cosas diferentes.
—Puede ser, pero es normal guiarse por nuestros sentimientos. —la beta tomo asiento aun lado de la omega en la gran cama.— Fácilmente cualquiera hubiera seguido tus pasos, Meztli, pero no cualquiera se levantaría para afrontar su realidad tal como lo haces tú.
—Eres más fuerte de lo que crees, Meztli. —la omega pecosa agrego, imitando la misma acción que la beta pero en el lado contrario. —Olvídate que tengas que disculparte cuando nunca hiciste nada malo, más que demostrar tu sentir. Perdónanos a nosotras por no poder haber evitado esto.
Meztli levanto la vista a su amiga pecosa al escuchar su voz quebrada sus ojos cristalizándose en el proceso por lo que tomo la mano de su amiga con cuidado, entrelazando los dedos suavemente para después sonreírle dulcemente.
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Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...