— ¿Sigue afuera?—peguntó la mujer canosa intranquila.
—Sí, sigue cabalgando. —asintió el alfa abrumado. —No ha parado desde que despertó.
La mayor saco un cansado suspiro, mirando por la ventana a su nieta a lo lejos cabalgando sin parar por todo el amplio campo. Desde que despertó esta mañana, noto que la puerta de la habitación de su nieta se encontraba abierta pero sin rastro de la chica. Preocupada fue a despertar a su esposo, pues creyó que algo malo le había sucedido. Grande fue la sorpresa de ambos al ver a su nieta montando a caballo como toda una experta a pesar de solo haber estado encima de uno hace unas horas.
—Me preocupa, no ha querido desayunar y mucho menos tomar agua. Se va a deshidratar allá afuera.
—Tranquila, viejita. —trató de tranquilizar a su mujer, besando su frente con amor. —Cuando esté lista, entrara.
La omega canosa solo esperaba que no tardara mucho, en serio quería saber lo que pasaba por la mente de su nieta.
— ¿Han sabido algo de Meztli?—preguntó la azabache sentándose junto a sus amigas en una de las mesas de la cafetería.
—No...—soltó desganada Paola, picando su espagueti sin mucho interés.
—Lo único que sabemos es lo que nos dijiste, Gina.
La azabache había visitado una vez más por su cuenta a la familia Ramos, llevándose la sorpresa de que su amiga había sido enviada al campo con sus abuelos por una semana entera. Entendía el porqué de salir de la ciudad, pero le dolió que se fuera sin despedir o avisarles. Eso simplemente le hacía ver lo molesta que estaba con ellas, y lo peor es que seguía sin entender su molestia. Rezaba para que no fuera en lo que pensaba.
—Lo que más me molesta es que los culpables de todo lo sucedido aun sigan aquí como si no hubiera pasado nada.—se quejó la beta con molestia, viendo a lo lejos a cierta beta peli plateada junto al pelirrojo—que decía ser el amigo de Meztli—hablando animadamente rodeados de un grupo de estudiantes. —No les importo el daño que provocaron en Meztli.
—En serio que quiero romperles la cara, pero estoy segura que no resolvería nada. Solo me ganaría un castigo.
Al final y al cabo los que saldrían ganando serian ellos, eso era un hecho. Deseaban arreglar lo sucedido y haber protegido mejor a su menor, pero ya no podían seguir lamentándose por algo que ya paso. Lo único que les quedaba era sacarla adelante y darle su apoyo en todo.
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Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...