♡Capítulo 75♡

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El haber hablado con su abuela fue muy emocional pero también liberador

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El haber hablado con su abuela fue muy emocional pero también liberador. Todo lo que tenía atorado en su interior pudo sacarlo trayendo paz en su interior. Se sentía bien soltar sus sentimientos lejos de la obscuridad de su habitación sola. Aun había mucho en que trabajar, pero estaba avanzando. Un paso a la vez. Seguía sintiendo miedo de como enfrentaría sus problemas; sin embargo, era un hecho que no dejaría que sus temores la consumieran.

Se honesta contigo misma y, sobre todo, se tu misma. Tu omega te lo agradecerá.

Su abuela sí que era una omega llena de sabiduría por lo que seguiría sus consejos. Empezando con derrochar sus neutralizadores. No más ocultar lo que es.

Miro el bote lleno de pastillas con una sonrisa determinada, para luego botarlas en el cesto de basura de su habitación. Se sintió tan liberador cortar lazos con lo que evitaba poder mostrarse como es. Y eso era, aprender a querer a su propia jerarquía. Sentirse orgullosa de ser omega; su loba era parte de ella.

Sin embargo, la pregunta era el cómo arreglaría las cosas con su loba. Sabía que estaba dolida por la indiferencia hacia ella en todos estos años al estar consumiendo neutralizadores para ocultar su aroma dulce. No es como si hubiera un manual que explicara paso a paso como sanar un lazo roto entre humanos y lobos. Por más que tratara de invocarla, no había respuesta de su parte.

Dale tiempo para sanar.

Su abuela le había comentado que las cosas se darían por si solas y que cuando fuera el momento indicado, su loba se lo haría saber. Meztli temía que ese momento nunca llegara y no la culparía si así fuera. Nunca fue una gran anfitriona en la salud de su animal. Poco le importo si los neutralizadores la lastimaban y el cómo el rechazo la debilitaba con el pasar del tiempo.

—Solo...espero me puedas perdonar. —susurro, apagando las luces de su habitación lista para descansar pues estaba demasiada agotada que apenas y podía mantener los ojos abiertos.

La omega se metió bajo las cobijas gruesas, gustosa de sentir el calor envolverla por completo. Apenas su cabeza toco la almohada, cayo completamente dormida.

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Meztli no sabía que pasaba, estaba confundida. Todo a su alrededor estaba obscuro al igual que frio; era como estar en un congelador. Ella recordaba haberse ido a dormir esta noche en su habitación, pero ahora estaba en otro sitio.

¿Dices querer mi perdón?

La castaña clara se sobresaltó al escuchar aquella voz lúgubre hacer eco por todo ese lugar gélido sin luz. No podía identificar de dónde provenía y mucho menos de quien pertenecía.

— ¿Hola? ¿Quién e-está a-ahí?—preguntó temblorosa, mirando a su alrededor con miedo a que algo de la obscuridad pudiera hacerle daño.

¿Acaso ahora me tienes miedo?Habló nuevamente pero ahora en un tono burlesco. — El que sigas sin reconocerme es nada sorprendente, Meztli.

Una Historia Muy Cliché- OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora