Estaban a mitad de semana, y los adultos parecían no hacer alguna clase de avance con la chica de ojos color miel. Cada que trataban de acercársele, ella los evadía ya siendo con excusas de que se encontraba cansada o que simplemente no le apetecía hablar. Al menos podían estar más tranquilos de ver que no se la pasaba encerrada en su cuarto como lo hacía en la ciudad; sin embargo, eso no era más reconfortante al saber que la semana estaba por acabar y seguían en las mismas. Los padres de la omega tuvieron que regresar a sus trabajos ya que sus días libres habían llegado a su fin. Se negaban a abandonar a su hija sola, pero se iban tranquilos de que estaría al cuidado de sus abuelos.
— ¿A dónde vamos, abuela?—preguntó sin mucho interés, no era muy fanática de las sorpresas para ser sinceros. Su abuela se mostró muy emocionada cuando fue a buscarla a la habitación con la excusa de que tenía algo que mostrarle con urgencia.
—Te encantara, cariño.
Meztli alzo una ceja. ¿Qué podría ser para que su abuela se pusiera tan alegre de solo mencionarlo? Si bien no tenía mucho que salió de su cuarto, no quitaba el hecho que el recorrido por la casa rústica de sus abuelos se estaba haciendo soporífero. ¿Cómo podía un recorrido por la casa sentirse tan largo cuando solo era de un solo piso?
— ¿Lista?—la voz de su abuela le hizo aterrizar a tierra, viendo como la mayor se paraba frente a una puerta de madera color rojo vino para después tomar la manija y girarla lentamente.
Meztli no daba crédito a lo que veía. Su rostro se ilumino al ver el enorme cuarto con estantes llenos de libros de diferentes colores, tamaños y grosores. Era como estar en un paraíso. Se adentró mirando por todas partes con asombro sin poder articular sonido alguno; simplemente nunca imagino que sus abuelos tuvieran una biblioteca dentro de su propia casa. Jamás recordó ver a su abuela adentrarse aquí o incluso saber de la existencia de esta habitación. Por lo que concluyo que fue construida recientemente.
— ¿Qué te parece?—preguntó animadamente.
— ¿Cómo es que...desde cuándo?—se encamino a uno de los libreros, examinando de un vistazo rápido los títulos de cada libro. —Es simplemente impresionante.
—Tu abuelo y yo lo construimos con el pasar de los años. —sonrió orgullosamente del magnífico trabajo que habían hecho ambos. Al envejecer no había muchas cosas que hacer con su tiempo libre, aparte de sus deberes en el rancho, así que empezaron a tomar una hora de lectura cada día sin falta; llevando a que se empezaran a acumular libros a montones por lo que decidieron dedicarle un espacio especialmente para su lectura matutina. —Todos estos son los libros que tu abuelo y yo leímos con el pasar del tiempo. Bueno, la mayoría, algunos fueron regalos de clientes o amigos. Aún hay mucho que leer.
La menor seguía sin recobrar la compostura. Ella mataría por tener una habitación simplemente para leer tranquilamente sin la necesidad de salir de su casa. Sería un sueño hecho realidad.
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Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...