—Contesta, cuatro ojos, ¿qué haces aquí?
Ahí estaba otra vez, arrinconada y sin salida, temblando ante aquel despiadado ser que solo existía para causar terror en los más débiles. Rezaba que simplemente se fuera y la ignorara como las veces anteriores, pero su suplica se convirtió en un ojalá. Aquel alfa moreno tenía intenciones de todo menos en irse sin cumplir su cometido.
A paso lento y peligroso, el moreno azabache comenzó a cortar aquella distancia con la chica sin nunca borrar su característica sonrisa maliciosa. Meztli por su parte retrocedió lo más que pudo hasta toparse con el tronco del árbol tras ella, impidiéndole avanzar más. Estaba tan cegada por el miedo que su mente no le dejaba pensar con claridad e idear soluciones rápidas para momentos como estos. Lo más factible y obvio seria correr y alejarse lo más rápido de ahí, pero era tanto su temor que eso tan simple no podía ser formulado en su cabeza.
—Sabes, —comenzó Axel, acercándose cada vez más hasta el punto de posar ambas manos en el tronco del árbol alrededor de la cabeza de la chica que lo miraba con pánico. —aun no era parte de mi plan terminar aquello que iniciamos hace tiempo. Quería dejarlo para un momento especial, pero verte aquí sola es inevitable no tomar eso como una oportunidad única. Serias una buena compañía para mi próximo celo que está a la vuelta de la esquina. —rio altanero, acariciando la mejilla de Meztli que temblaba bajo su tacto. — ¿Qué dices?
—N-no, d-déjame. —Meztli trato de alejar la mano del chico, pero esto solo ocasiono que su mano fuera sujetada con fuerza y estampada al tronco del árbol, lastimando su muñeca por el fuerte apretón en esta. — ¡Ah!
—Debiste disfrutar tanto esas semanas en las que no te hice la vida imposible, pequeña perra de lentes enormes. —rio sin gracia alguna, posando su nariz en la cobertura del cuello de la chica y así aspirar profundamente un poco del aroma de su perfume barato, algo que una viejita usaría. —Giselle tendrá sus razones por las que me pidió no hacerte nada hasta que ella diera la orden, pero ya me canse de esperar. Al diablo con ella, tampoco es como si fuera mi jefa.
— ¿Q-qué? ¿G-Giselle?—abrió los ojos en sorpresa, su cuerpo siendo invadido por un terror más profundo. Ahora tenía sentido por qué tampoco la presencia de la beta cerca de ella en esas mismas semanas en las que Axel no la molestaba. No era una casualidad.
Ambos estaban trabajando juntos para hacerle la vida imposible, pero ¿por qué?
La omega jamás les había hecho algo para recibir el odio de ambos. Podía entender que se burlaran de su vestimenta, pero esto ya sonaba a que era personal. Meztli, viendo como las cosas se van desenlazando poco a poco, juraría que desde la primera vez que la beta se le acerco ya venía planeando todo esto desde un principio. Sacar información acerca de Julián era una vil excusa para llevar a cabo su más perverso objetivo. Y si ahora le agregabas el hecho de que es familiar de los Navarros, era más que claro que estaba enterada de lo sucedido entre ambas familias.
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Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...