Epilogo

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Era un día soleado, el sol a su máximo resplandor, mientras las avecillas cantaban en las copas de los arboles dando la bienvenida a la primavera

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Era un día soleado, el sol a su máximo resplandor, mientras las avecillas cantaban en las copas de los arboles dando la bienvenida a la primavera. Flores de diferentes tipos y colores iban floreciendo por todo el inmenso campo de la institución danzando con la brisa que ayudaba a apaciguar el calor de la tarde. Era simplemente un día perfecto para graduarse.

La aglomeración de gente caminando de un lugar a otro en busca de sus asientos era un caos total pues todos deseaban ver a sus hijos con mayor claridad en los asientos más cercanos al estrado y si se pudiera donde hubiera algo de sombra.

El alfa castaño solo miraba desde las afueras del campo con una mueca el cómo había una multitud enorme ahí deseosa de ver una ceremonia aburrida que solo trataba de entregar papelitos y discursos emotivamente largos. Era una pérdida de tiempo si le preguntaban.

— ¿Puedes creer que nos graduaremos?—soltó en una voz chillona su mejor amigo, mirando con atención a la gente adentrarse en el campo.

Los graduados se encontraban formados ordenadamente listos para la indicación de caminar a sus lugares que se encontraban en medio de todo el campo frente al enorme estadio decorado de flores blancas y el típico podio con el micrófono insertado.

—No deberías estar muy orgulloso por pasar con un promedio de siete.

—Cállate, tú te graduaste con uno de ocho nomas porque tu novia te siguió dando tutorías, si no fuera por ella hubieras reprobado.

—Touché. — Julián le agradecía mucho a Meztli por seguir dándole tutorías después de las nacionales, las cuales fueron ganadores trayendo al instituto el trofeo.

La escuela entera creó un evento especial celebrando la victoria de los campeones nacionales donde por supuesto Julián era alabado como el héroe por liderar al equipo. El alfa castaño festejo la victoria por la que estuvo preparándose desde sus comienzos en el futbol americano como forma de tributo a su padre, el cual en sus años como entrenador no tuvo la oportunidad de ganar por su temprana despedida.

Fue el día más feliz de su corta vida, pero no precisamente por el trofeo, sino porque también el día del evento Julián le pidió a Meztli que le dejara cortejarla como debía ser. Los meses pasaron hasta que oficialmente llego el día donde hizo la pregunta de que fuera su novia, recibiendo un si en seguida.

— ¡Noah!—una sonriente Paola brinco en la espalda de su novio sorpresivamente dándole un beso en la mejilla.

—Amor, ¿por qué tardaron tanto?—beso sus labios fugazmente en cuanto la omega pecosa bajara de su espalda. —Me moría por verte antes de que la ceremonia iniciara.

—Tu noviecita tarda mucho en arreglarse, por si no te has dado cuenta. —bufo la beta cruzándose de brazos, recordando como su querida amiga tardaba en elegir un vestido que de igual manera iba a ser cubierto por la enorme toga color negra.

Una Historia Muy Cliché- OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora