— ¿A dónde vamos, Julián?
Meztli no entendía que mosco le había picado al alfa, no fueron más de diez minutos desde que comenzó la fiesta para que la sacara del gimnasio del instituto. Julián solo la tomo de la muñeca y se la llevo lejos de todos dirigiéndose, parece ser, a la librería.
Parecía ser demasiado importante lo que el alfa debía decirle a la omega por el hecho de ir a paso veloz, como si no quisiera que nadie los viera irse al edificio vacío y tenues luces alumbrando su alrededor como interior. Se supone que debería estar cerrado, por lo que llamo aún más la atención de la castaña clara.
—Nos meteremos en problemas. —volvió a hablar la omega, mirando para todas partes asegurándose de no ser descubiertos por algún maestro. —Deberíamos volver.
—No te preocupes, nada pasara. —aseguro Julián mirando al frente sin soltar la mano de la chica. —Sera rápido.
La omega confiaba en él, pero su lado responsable exigía retirarse y así evitar meterse en problemas, desgraciadamente, la curiosidad puede más. Tenía que descifrar que tenía al castaño de esa manera y más cuando se estaba perdiendo la celebración de la victoria de su equipo de futbol. ¿Qué podía ser más importante que eso?
Y para antes de seguir cuestionándose la extraña actitud del contrario, este freno por completo haciendo que la omega chocara con la espalda del alto alfa por estar distraída con sus pensamientos. La oji miel no entendía que provoco que el chico frenara tan de repente por lo que empezó a plantearse lo peor, como el que habían sido descubiertos por algún adulto. Sin embargo, antes de que pudiera paniquearse, Julián se giró hacia ella con una sonrisa tranquila haciéndole saber que todo estaba bien.
—Cierra los ojos. — le dijo provocando que la omega arqueara una ceja confundida, pero aun así siguió las ordenes del alfa al trasmitirle confianza. —No los abras hasta que yo te diga.
Julián tomo delicadamente las manos de la chica para empezar a guiarla lentamente por el casi obscuro edificio, asegurándose de que no se golpeara o tropezara con algún mueble. Meztli solo podía dejarse llevar y confiar plenamente en el alfa de que no la dejaría caer. No podía descifrar que tramaba el castaño, porque de todos los lugares que pudieron ir estaban dentro de una librería vacía y apenas iluminada por unos pocos focos, a parte de que este no era precisamente el lugar preferido de Julián.
Meztli había notado al alfa comportarse de una manera extraña días atrás, pero ella lo adjudicaba por los nervios del último partido de las nacionales; sin embargo, ya no podía decir lo mismo, algo tenía en manos y odiaba no poder descifrar que era.
La castaña clara sintió como los pasos del contrario fueron disminuyendo poco a poco hasta llegar a un total alto. Arqueo una vez mas la ceja al escuchar como una puerta estaba siendo abierta por el rechinido que hacia al moverse y así ser nuevamente dirigida por las grandes manos del alfa hacia un lugar en específico para después escuchar la misma puerta cerrarse detrás de ella.
ESTÁS LEYENDO
Una Historia Muy Cliché- Omegaverse
RomanceÉl, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio. Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...