Amor, desamor y otras formas de morir (parte 2)

Rompecabezas.

Todos respiramos, todos sentimos, todos sangramos...
Supongo que es algo común, cargar un poco de historia, recuerdos hirientes y el cuchillo que cortará nuestras venas.
Hay veces que es difícil levantar la cabeza sobre las mentiras y ver que ese ápice de realidad no es más que simulacros invertebrados.
Así, las noches se vuelven reincidentes. La conciencia se transforma en un arma cargada, los intentos se deshacen y desvanecen, y nuevamente volvemos al mismo punto de partida.
Quien puede decir que llegaríamos a ceder a nuestras manías?
Es difícil ponerse de pie, pero tiene que existir otra salida.
Dudas y jaulas estrechas.
Hay olvidos que suscitan al suicidio, pero no estamos preparados mentalmente para afrontar esa similitud.
Creo que en la oscuridad me siento más a pleno, como buscando algo que no sé que es. Quizás es la prisión de mi propio orgullo que tapa mis ojos.
Guerrero de luchas internas.
Místicas propias y un nuevo crucificado.
Cada pequeña cosa que regresa a mi vida, es algo nuevo y viejo a la vez que necesita volver a escapar...
Caigo a pedazos, como un rompecabezas difícil de sanar. Al paso del tiempo, a las nuevas arrugas y a las decisiones que no me animé a tomar.
Quisiera no estar incompleto, sabes?
Necesito una esperanza que no pueda negarme la libertad.
Frio y cicatrices.
Somos capitanes en medio de una tormenta que jamás se desvanece.
Quien podrá sostenerme cuando mi cielo caiga sobre mi cabeza?
Quien podrá mostrarme el camino de regreso a casa?
Tal vez aún me encuentre aquí. Con mis pesadillas en los hombros, más complicado que ayer, más vivo que mañana.
Cada página de mi vida fue escrita por algún bufón de corbata.
Encuentrame en ese lugar roto.
Sigo peleando con las armas que tengo, pero la presión sobre mi tráquea es demencial...
Ya no hay lágrimas en mis pupilas.
Borracho de odio y malestares.
Tan enfermizo como de costumbre.
Alguna vez amaste a alguien con tanta potencia, que a duras penas podías respirar? Es acaso posible?
Quizás mis palabras llevan más veneno que el que corre por mi piel...
Creo que perdí demasiados momentos.
Los días son diferentes.
Pedir ayuda ya no es una opción. Nadie está, nadie supera, nadie es nadie.
Supongo que las personas siempre siguen los mismos patrones, buscando alguna chispa que los saque de la monotonía. Pero no es mi caso!
Fui tornado y neceser , fui brisa otoñal y volcán, fui más allá del horizonte.
La próxima vez, creo que no habrá próxima vez...
Ofreceme misericordia, prometo abrazarme a ella!
Sintiendo que puedo cambiar la historia, que no es solo un instante, que los misterios se hicieron para resolverse, continúo aquí...
Sintiéndome nuevamente como un rompecabezas. Al cual le falta la pieza más importante...
Le faltas tú.