Cuantas cartas acumuladas que jamás envié... Hoy, sin saber que hacer, no puedo olvidar todo lo vivido, las caricias que supe atesorar, esos labios que alguna vez me dijeron que me amaban, el calor de una piel que fue sometida a todos mis caprichos.
Momentos inoxidables!
Quisiera volver el tiempo atrás y sacarme estas malditas ganas de decirte que mi vida perdió sentido desde que no estas...
Ya no puedo disimular, te amo hasta con el más mínimo pertrecho de mi alma!
Una nueva mirada atraviesa mi luz y se lleva la esperanza y los recuerdos que tenia entre mis manos... Tristes recuerdos, más que nada, sabes?
Y que podría esperar ahora? Si ya no estás... Y no volverás.
Quiero gritar y gritar, hasta sentir el gusto de la sangre saliendo de mi garganta, con el fervor de una herida, que perderte fue lo peor que hice por mi mismo!
Preso de un mismo sueño, que cada vez se convierte en pesadilla, en tormento continuo...
Desazón... Miedos!
Resbalar... Trastabilló mi terquedad contra el orgullo y me quedé más solo que de costumbre.
El corazón me late a toda velocidad, ojalá estuvieras aquí para poder aferrarme a tu pecho hasta quemarme...
Ya no hay distancia que no lastime...
Llevo demasiado pesar en mi sien. Merecido?
No medité las consecuencias de mis actos.
Ojalá pudiera dejar de pensarte, los psicofármacos no sirven, las palabras tampoco, y esas cartas que jamás envié se ríen de mi.
Los valores físicos ya no concuerdan, creo que estoy enloqueciendo, y ya no tengo tiempo de esperar un milagro... Un destello de importancia... Un remolino de tenebrosa tempestad!
Es que, sabes, ya no hay alguna escena donde la solución sea otra más que mis lamentos...
Tengo que olvidarme de lo que siento por vos, pero tengo también demasiadas ganas de verte... Contarte que sos mi sexto sentido, que estoy incompleto desde que te fuiste, que lo vivido puede ser mucho mejor que antes.
Rincones muy grandes... Testigos de mi decadencia.
Lamentablemente mis humanas limitaciones acabaron con algo hermoso.
No era una competencia, mis caprichos eran banales, y te juro que mis verdades hoy en día son pestilentes... Como un candor que tiene cadenas pesadas.
Libertad, vestigios, mentiras que demandan culpables, explicaciones que también demacran con sagacidad...
Cada despertar es una pequeña muerte, cada respiro es un clavo más en mi crucifixión, y nunca más llegarás!
Resplandor que incendia instantes inocentes en mi poca cordura!
Cartas acumuladas que jamás envié... Fueron mi némesis.
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Amor, desamor y otras formas de morir (parte 2)
PoesiaPoemas que intentan narrar historias sobre cuanto daño emocional y mental nos pueden hacer las rupturas amorosas, la mentira y el desengaño... Historias colmadas de llanto, dolor y desesperanza... Mayormente autobiográficas