Atrapado en mi inconsciente.

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Siempre tuve que prometerme construir nuevos destinos, sin un rumbo fijo. Deambulando sin piedad sobre lugares donde no hallé sentido común ni tampoco nuevos menesteres. Buscando algo más que otras anécdotas.
Llevo demasiados tatuajes en mi piel, decepciones en el corazón y una pizca de espera en el alma...
Milagros inesperados se ausentan.
Destellos de amor que nunca podré vivir, ellos que te llevan hacia el remolino de los recuerdos.
Escenas, paraísos, voces...
Verdad, casualidad, casualidad... Que más da?
Noches de invierno que se aproximan, había algo allí, creo que un desengaño del tiempo que fue recorriendo todos los estados mentales, y así fui siendo esclavo de mi propio error... Ya no hay tiempo para otras alucinaciones!
Quien podrá donarme algo de agua bendita? Necesito exorcizar a mis propias mentiras cotidianas...
Es que no entenderías a mis regocijos internos.
Me perdí. Y no es tan malo como parece, sabes?
Fase final... Cansancios, voces, incredulidad, exasperación...
Y si, necesito desgarrar este dolor, sintiéndome siempre un impostor sin nuevas esperanzas... No busco darle suspenso a nada, es imposible tomarme como ejemplo.
Así terminaré un poco más cegado. Más de lo normal...
Si supiera adonde ir sin supuestos, intentaría hacer todo mejor... Pero el tiempo es un cruel enemigo.
Y mis miradas ausentes hacen mella en mis decisiones.
Es que desperdicié muchas oportunidades... Descarrilado.
Eso es todo. Ni más ni menos...
Y tengo miedo de irme a dormir!
Es que no se puede escuchar a la luz rompiendo a la oscuridad. Pero lo intento, aunque sea poco factible, y quisiera que las despedidas no sean tan irrebatibles... Pasos que se hunden.
Quisiera vencer a todas esas fronteras que llevo marcadas en la frente. Y cumplir mis promesas.
Habilidad, estabilidad, cobardía...
Nuevos principios. Seguir sin caer debería ser decreto.
Lo que fuiste, lo que serás... Es mejor no usar palabras que no se llevan bien. Es que no sabemos quien puede hacer pie en esta realidad maldita!
Cuesta tanto aprender a perdonar?
No soy yo... Es el alrededor.
Atrapado en mi inconsciente, cumpliré esta condena, aunque mi fluido vital se aleje de mi en un instante, como un ritual mortal... Trascendente, esta historia no acabará tan pronto. Así, cesarán mis independencias.

Amor, desamor y otras formas de morir (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora