No me resigno.

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Que lástima es llegar al punto en el cual no sabemos donde quedaron el amor, las almas unidas y tu partida.
Tantos sueños perdidos, tantos proyectos truncos que no serán realidad, tantas heridas que arden sin dar tregua...
Hielo, cenizas y un poco de melancolía llevo en la sangre.
Gestos, gemidos... Y estas líneas.
Gritos de sufrimiento. Maldiciones echadas al viento, sabores amargos, nadie que me escuche!
Presagios inoportunos.
Vivirás en mis recuerdos, por siempre. Desconozco el aroma de tu despedida, y no me juzgues, el dolor intenta suavizar todos los errores que cometí.
Sintiéndote aquí, al lado mío, intento volver a mimetizar tu recuerdo, y todo lo que sentía y siento por ti. Y te describo en cada amanecer...
Ella vibra leve y pausadamente en esa vorágine a la que llama rutina. Sus cromosomas perfectos parecieran que fueron tallados por ángeles incorrectos e impecables, ellos que luchan día a día contra sus propios infiernos y salen desde una luz de luna para amansar y acompañar a aquellos bebedores sociales que se inundan en alcohol por el amor perdido... Duele su ausencia. Duelen sus lágrimas. Contemplando su rostro en alguna foto vieja pude ver que su belleza era mucho más extrema de lo que yo creía. Pude ver en esos ojos cansados y gigantes que escondía muchos secretos, algunos de los cuales se fueron revelando para mi con el pasar del tiempo...
Tantas veces te escribí, tantas canciones te dediqué, y yo sé que pude hacer mejor las cosas.
Quisiera poder tener nuevamente todas las chances que perdí, sabes? No las desaprovecharía!
Tal vez pueda ser tangible, quizás esté golpe me enseñó más de lo que debía... No puedo aprender a vivir sin ti! Perdóname, pero no puedo... Intenta ver todo lo que creaste en mi interior, recuerda cada risa y cada caricia, cada palabra y cada llanto de alegría, tantas noches soñando en la misma cama...
Y es que no hay sueño en el cual no te busque! Eras la heroína de mis ilusiones, la calma perfecta a mis miserias, la dueña de cada centímetro de mi piel... Y eso no cambió para mí.
Estrellas negras...
Extraño esa esencia mágica de tu naturaleza femenina, el olor de tu cuello, la escultural figura de tu cuerpo en la oscuridad... Quizás siempre fuiste más de lo que cualquiera pudiera merecer, pero tuve la suerte de que alguna vez me dijeras "te amo..."
Y es posible volver a oír esas palabras saliendo de tu boca?
Leí por ahí que el amor es demasiado corto y el olvido es muy largo. Pero es un contrato que no voy a firmar, no me resigno a que ya no estés!
Y si puedo revivir aunque sea una pizca de todo lo que sentiste alguna vez, juro que no será en vano.
Es que ya no quiero titubeos. Tengo tanta sed de ti... No voy a velar a nuestro amor, porque estoy seguro que no murió.
Jamás podría alejarte de mis pensamientos... Y óyeme, aquí estoy escribiendo estas líneas con el alma en una mano y el corazón en la otra... Ojalá que esta noche al fin pueda encontrarte en mis sueños, para nunca dejarte ir, amada mía...

Amor, desamor y otras formas de morir (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora