Desposeído.

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La vida es demasiado corta como para exigir derecho de admisión... Y cada vez que me quedo solo veo que tengo todo encima, las derrotas, unas estrofas de heridas profundas, tardes desdibujadas y sueños truncos.
Y si, debemos hacernos cargo de nuestras cruces de sal, los suicidios de nuestra fe y esos infiernos incrédulos.
De que vale estar preso de esta vida que jamás elegimos?
Es que no todos deseamos ser parte de una misma jauría, extremista obsesión de la realidad.
La apariencia engaña muchísimo, y me siento acorralado entre mi destino incierto, mis debilidades y cuestionamientos... Pero tan dulcemente te entregaste, esperando tantas rosas y tantas espinas... Explota y extrayendo lo muy poco de bueno que tuviste.
Es que no hay droga peor que sentirte una basura...
Todo encima, a cuestas, sobre los malditos hombros! Pesa más de lo deseado... Mucho más!
Atravesando mucho más que tus límites en el océano de las almas intentaste ser mejor que esto. Doy fe que lo intentaste, sin resultados aparentes, dejando al mundo atrás.
Sumergido tantos años en las sombras de tu perdición, sigues encadenado a viejas ideas sin encontrar una explicación coherente a la adversidad. Y te juro que sé que es un peaje muy caro el que debes pagar...
Sonriendo sin felicidad. Estimulando nuevos disfraces para esconder tu macabra realidad.
Parado en el mismo lugar, en el lugar de confort, embriagado de frustración... Mártir?
Lo que vendrá ya no importa.
Escoria... Pudriendo todo alrededor de tu humanidad.
Mil y una caídas. Deseos criminales... Enterrado muy por debajo quedaron aquellos instantes donde te sentías increíble. Ignorante!
Pecador sin pecado, ciego y sordo aprendiste a decir no.
Aprendiste a amar?
Sentirse mal es una cortesía de la casa, querido lector. Que no te sorprendan estas palabras.
Desposeído, con mil historias, todo deshecho... Caricias que lastiman.
Invoquemos veneraciones, que no todo se libre a la suerte. Pruebas, asimilas, vuelves a hundirte. Y que más da? Lo fácil no fue mi fuerte.
Ciclos...
Todo en un minuto.
Extraño esos abrazos por la espalda, enredarme en esas sábanas... Malos pasos?
Hay algo más, debe haberlo!
Es que siento que ya no puedo seguir en este mundo frío si ya no estás aquí... Lo siento.

Amor, desamor y otras formas de morir (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora