10 de febrero.

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Puntuales, a las nueve de la mañana, Rock! Magazine se presenta en el Hotel de Los Ángeles, donde se hospeda la mundialmente conocida banda de pop-rock, Måneskin. A las puertas, centenares de fans se agolpan detrás del recinto de seguridad establecido por el personal. Nuestro equipo cruza sin problemas, una vez identificado e, incluso, somos escoltados hasta el mismísimo ascensor. Un hotel de cuatro estrellas, no escatiman en comodidades. Llegamos a la planta donde se alojan los miembros de la banda, así como sus asistentes y el mánager, que viaja con ellos en esta penúltima fase del Kool Kids Tour de Norteamérica. Quien primero nos recibe es el cantante, Damiano David. Con el pelo húmedo, la cara lavada y un grueso, prieto albornoz, nos da la bienvenida, sonriente. Entramos a una habitación de vistas espectaculares, ordenada y muy, muy luminosa. La cama está hecha y, por el aspecto general, parece que no haya cruzado un alma por ella. Un pequeño tentempié nos aguarda, junto al sofá. De muy buen humor, el cantante nos acomoda e inclusive mantenemos una charla distendida introductoria, concerniente al tiempo o la propia ciudad. Le aviso de que él es el primer entrevistado, hecho ante el que asiente. Tras pedirle permiso, enciendo la grabadora, dispuesto a hacer las preguntas necesarias.

R!M: Muchos han intentado definir el estilo de Måneskin sin mucho éxito. Pop, rock, pop-rock, grunge, punk, garage, ¿qué etiqueta dirías tú que se ajusta mejor al estilo que hacéis?

DD: Diría que todas esas etiquetas están equivocadas y que, a la vez, están en lo cierto. Clasificar nuestro estilo o nuestra música dentro de una etiqueta inamovible es un error porque, como se ha visto, somos capaces de ir de uno a otro estilo sin mayor problemas. No creo que seamos sólo rock, pero tampoco pienso que seamos pop. Creo que la etiqueta que más se ajusta a lo que hacemos se llama libertad.

R!M: Tras el éxito en Eurovisión de Zitti e Buoni, vinieron otros tantos singles: I Wanna Be Your Slave, Mamma Mia y, la colaboración más importante, I Wanna Be Your Slave con Iggy Pop, ¿hay algún proyecto en el horizonte cercano?

DD: Somos artistas, así que jamás dejamos de crear. De hecho, ayer fuimos al estudio a grabar, pero no puedo desvelar nada. Sólo sé que hemos preparado algo sensacional para Eurovisión, pero nada más.

R!M: Parece todo muy prometedor, aunque no sólo hablo de singles, sino a algo más grande. Teatro d'Ira vol. 1 salió a la luz en marzo de 2021, ¿es demasiado pronto para hablar de otro disco? ¿Una segunda parte?

DD: ¿Una segunda parte para Teatro d'Ira? Siento decepcionarte, pero no es ése el proyecto artístico que teníamos en mente. No puedo, ni tampoco debo desvelar ningún dato más porque todavía estamos en ese intenso proceso creativo.

R!M: Hablemos de fama. Vosotros erais bastante conocidos en vuestro país de origen antes de ganar Eurovisión, pero ahora os habéis convertido en todo un fenómeno, gracias a las redes sociales y a Beggin'. ¿Cómo lo sobrellevas?

DD: No se sobrelleva ni bien, ni mal, sino que se hace y ya está. Es más difícil hacer cosas como salir a comprar el pan, ir al supermercado o dar un paseo, pero también es gratificante que gente desconocida te pare en la calle para alabarte por cosas que has hecho. Creo que ese momento es muy poderoso y que, en general, se debería agradecer a los fans de base. La mitad de los grandes artistas no serían nada sin la gente que los apoya.

R!M: Por cierto, qué tatuaje más bonito que llevas en la muñeca. Ese es el más reciente, ¿estoy en lo cierto?

DD: Sí, sí, no te equivocas. Este tatuaje me lo hice en enero en Atlanta.

R!M: Es una flor, ¿estoy en lo cierto? No te teníamos por un apasionado de la jardinería, ni nada por el estilo.

DD: No es que yo sea un apasionado de la jardinería, pero ciertos tatuajes valen más por lo que simbolizan que por el propio hecho en sí que encarnan, ¿me he explicado? Esta flor, que es una margarita, simboliza una época de mi vida oscura, triste y dura, de la que he salido gracias a una amiga maravillosa. Quería que quedara constancia de eso en mi piel. Supongo que, quizás, esperaseis algo más profundo o sensible, pero lo cierto es que no, no es por una canción (como he oído decir por ahí).

R!M: Por época oscura, triste y dura, ¿te refieres a la ruptura con tu anterior pareja?

DD: Y a todo lo que vino después. No me avergüenza admitir en público que fue una ruptura dura, traumática que, con el tiempo, me ha enseñado qué es lo que hice mal. Es verdad que no siempre el dolor tiene valor o nos hace aprender, pero esta experiencia a mí me ha enseñado mucho. Y ha traído a mi vida a la persona que ha sabido ayudarme.

R!M: Esa amiga a la que has hecho referencia antes, ¿se trata de una amiga o de una pareja?

DD: Creo que me voy a tomar la libertad de no responder a esa pregunta, aunque hago constar que no decir nada no es el equivalente a reconocer cosas. Es una persona especial que me ha ayudado mucho durante todo este tiempo y no hay más que decir, ¿podemos regresar a la música?

R!M: Perdóname. Regresamos, por supuesto. Quería preguntarte por algo muy debatido estos días de atrás, ¿va a haber predominancia de canciones en italiano o, por contra, la inmensa mayoría van a ser el inglés?

DD: De momento, puedo corroborar que vamos a tener canciones en italiano, por supuesto. Esa base de fans es muy, muy cuidada por la cantidad de apoyo, de apego que nos brindan y, además, en muchos casos, también son la esencia nuestra. Canciones en inglés también habrá. Nos gusta entremezclar.

R!M: Damiano David, cantante de Måneskin, muchas gracias por esta entrevista a Rock! Magazine, ¿dónde se encuentra su bajista, Victoria?

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