Capítulo 6
Un duende de los corazones
"No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar."
-Albert Camus
Lunes 14 de febrero del 2022
Dicen que el verdadero sentido de amar lo tiene sentirse completo, estando al lado de la persona que amas, sintiéndote pleno de alegría, felicidad y sobre todo paz. Cuando todo gira en torno al amor y el caos parece la peor de las estupideces y tonterías. Ese momento en el que ese sentimiento lo es todo y parece que nada malo existe, se puede jurar que ha valido la pena.
Aunque eso solo si realmente tienes suerte en el amor...
Yo estaba tan enamorada de la palabra amor. Por más dolor que significara para mí, me aferraba a ella esperando que dejara de dolerme, con la esperanza de que se convirtiera en algo hermoso.
En ese momento mi realidad sobre el amor era una que no era linda ni mucho menos hermosa, pues había amado tanto y ganado nada. Había dado todo y convertido en la presa de un amor que ardía en mi interior y año tras año abrazaba lo que nunca fue, con el recuerdo eterno de lo que pudo ser.
Pensaba en el amor y en ironía de que aquel sentimiento para mí solo significara dolor, mientras mis pisadas por la calle de Vale comenzaban otro día más en mi vida.
A pesar de la dificultad con la que me levantaba, me gustaba hacer mi camino hasta el instituto. Soñaba despierta al sentir los cálidos rayos del sol matutino sobre mi cabello negro, mientras caminaba por unos minutos. Algo tenían los rayos de sol de Vale que parecía que eran dignos de cualquier película, perfectos para ser fotografiados y enmarcados para el recuerdo.
Siempre llevaba temprano al colegio, ya que al no haber gente eso evitaba que me agredieran o que me topara con personas que no quería ver ni en pintura.
Al entrar al instituto todo me sorprendí, estaba teñido de rojo, ya había personas yendo de un lado a otro con bolsas de regalo, flores y obsequios.
<<¡Feliz día de San Valentín!>>
-Hola, Lucciene -escuché que alguien me llamaba a mis espaldas.
Una pequeña risa salió de mi boca, al ver voltearme y ver al chico pelirrojo con las manos llenas de rosas.
-Dios, pero que cosa... ¿Qué se supone que haces? -pregunté mientras le observaba.
-Número uno, se dice hola -rezongó. -Número dos, esto se debe a que soy el amigo más fiel del mundo y número tres, deja de ser tan grosera.
-Esta vez no fui grosera -me quejé.
-Entonces explícame, ¿por qué te cuesta tanto decir hola?
-No lo sé, pero no lo hago como una grosería. Si te hablé feo ayer fue porque no estaba teniendo un buen día, lo siento -me encogí de hombros. -¿Por qué traes eso?
Me daba risa la forma en la que apenas podía sostener el enorme ramillete de rosas que llevaba consigo.
-Jerry al fin se atreverá -dijo con emoción.
-¿Las rosas son para Amy? -él asintió, sonriendo.
-Sí y necesitamos tu ayuda. Todavía no sé qué es lo que tiene planeado Jerry, solo me encargó las rosas -dijo Benedict-. Fue claro, me dijo que comprara rosas rojas en el puesto de la señora regañona y amargada.
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Lentejas | Secretos Eternos
RomanceLentejas: Secretos Eternos. La historia mal contada de una villana. Primer libro de la saga Amar Eternamente. Están prohibidas las copias o adaptaciones. Lucciene Rizzo, una italiana que ama las lentejas y la música. Vive en un tormento interno...