Capítulo 46

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Capítulo 46

Desiderio


Sábado 16 de julio del 2022


Me había acostumbrado, a tenerlo a mi lado al despertar, al saber que estaba ahí cuidándome y que yo estaba ahí cuidándolo. Entre las sábanas, entre las heridas, entre los besos, entre las promesas y entre los secretos, solo él y yo finalmente, sin nadie que pudiera con ello.

—Buen día, estrellita —me saludó mientras de su boca salía un leve bostezo acompañado de un sollozo de sueño.

Ver su rostro al abrir los ojos, para mí era una bendición, un premio y un regalo.

—Hola —me levanté y antes de que dijera otra cosa le di un beso.

—¿Dormiste bien? —me preguntó y yo asentí con una cara de mensa.

No, de verdad estaba enamorada de él.

—¿Qué quieres desayunar? —me preguntó.

—Lo que sea —sonreí— vamos...

—No te levantes —me dijo mientras él se levantaba— pero hazme caso, eres buena desobedeciendo —se rio y salió de la habitación.

Me quedé recostada y me estiré un poco. Me sentía diferente, no por el hecho de haber estado juntos. Esta vez en mi mente no había ningún síntoma de culpa, ni de preocupación, solo quería descansar y disfrutar de nosotros, de lo nuestro y de él.

Faltaba poco para hallar pruebas en contra de Nancy, Malik y hasta en contra de Cadwel, una vez eso pasara todo sería perfecto, todo estaría bien y como decía el chico pelirrojo, las cosas serían justas y todo acabaría.

Paula y Fernández me ayudarían a buscar algo que reafirmara que Cadwell ayudaba a que el instituto lavara dinero y que recibía sobornos de enormes sumas de dinero por parte del padre de Malik para que él hiciera lo que quisiera. Abi había encontrado la forma de buscar en el celular de Malik el video de la violación y la expondríamos a todo Vale, ante su padre y ante la justicia. Nancy caería mediante sus mentiras, pues haríamos que todos al ser acusados nos entregaran su cabeza ante las autoridades, La obligaría a confesar el asesinato de mi prima y los motivos por los cuales lo hizo, así como sus mentiras y el daño que me querría hacer.

—Lu —me llamó Ben— se cancela, necesito tu ayuda —escuché decir desde la cocina.

Me levanté y bajé escaleras abajo.

—Creo que tenemos un invitado que no esperábamos —señaló al amigo peludo a su lado.

—¿Me explicas como entró? —pregunté.

—Creo que entró por la ventana, las dejé abiertas anoche cuando nos fuimos a dormir —dijo mientras el pequeño de cuatro patas se paraba en dos para tratar de darle una especie de abrazo.

—Es un Cavalier King Charles Spaniel, es la raza favorita de mi abuela Alessa —me reí a lo que el perrito corrió hacia mí. —Hola amigo ¿Cómo te llamas? —pregunté mientras le acariciaba. Su pelaje era suave y se veía demasiado tierno.

—No tiene collar —dijo mirándolo.

Era blanco, con los detalles en café y era pequeño todavía.

—¿Preguntamos si es de alguien?

—Sí, pero primero desayunemos, creo que él también tiene hambre.

Desayunamos, él había preparado huevos, tocino, pancakes de chocolate, café y jugo de naranja. Luego de desayunar salimos hasta llegar al restaurante de Daniel, el hombre que la otra ocasión nos había atendido.

Lentejas | Secretos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora