Capítulo 31
Derrumbe de amor
Martes 26 de abril del 2022
Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.
-Anónimo
Martes 26 de abril del 2023
No me lo podía explicar, su presencia no me molestaba en lo más mínimo. Por el contrario. Tan pronto como habíamos llegado al pueblo cambiamos los asientos para que, por el momento, no me vieran manejando un automóvil que no era mío. A veces pensaba que la gente de Vale se tomaba el tiempo de memorizar las placas de los automóviles, para saber que sí era de tu propiedad lo que condujeras. De no serlo, salías en el periódico de la Promesa.
Luego fuimos a su casa, era real que me estaba acostumbrando a su compañía. Ya era algo tarde y no podía salir sin levantar alguna sospecha mala. A pesar de la escasez de alumbrado público, la gente era chismosa hasta en la oscuridad.
<<Venga con las costumbres de mierda que tiene Vale, se llegan a enterar que duermo ahí y seguramente me sentencian de nuevo>>
El vicio de dormir justo en la misma cama, ese si lo estábamos poniendo nosotros; porque no me molestaba ni a mí ni a él. Me gustaba saber que lo tenía cerca, que él estaba allí, así fuera entre la oscuridad de una habitación.
Era solo dormir, nada más. No había absolutamente nada malo en eso. Ni siquiera dormíamos abrazados, cada uno en un extremo de la cama. Benedict, se quejaba de que era sonámbula a veces y yo me quejaba de sus pedorreos de medianoche que me despertaban y me causaban risa y aun así dormíamos en el mismo lugar.
En cuanto llegamos al instituto caminamos hasta la entrada. Esta vez habíamos llegado justo al mismo tiempo que la mayoría de los otros estudiantes, esa era la intención. Eso era lo que necesitábamos.
Odiaba cuando miraban quien llegaba con quien, siempre nos encontrábamos en el aula, pero hasta ese punto cada uno llegaba por su parte. Nunca nos topábamos en la entrada.
A la primera persona que vi al llegar al pasillo del edificio gris, con la espalda pegada a la puerta del aula fue a Malik, por un instante su mirada fue hasta mí, conforme nos acercamos me detuve unos cuantos pasos, para acortar la distancia de mierda y que Benedict quedara a un lado mío exactamente, por un diminuto momento él y yo nos sonreímos.
Solo por unos cuantos segundos, miré al frente y le pasamos de lado, su cambio de gesto fue bastante evidente. Benedict disimuladamente me tomó de la mano por una fracción de tiempo, lo justo para que él se diera cuenta.
Tratando de disimular su obvia confusión se apartó de la puerta y caminó alejándose de allí, mientras torcía la boca.
—Lo único que espero es que vaya en busca de Nancy —susurré mientras dejaba mi mochila a un lado y tomaba asiento.
—Tengo unas ganas enormes de romperle la nariz — respondió él de vuelta, en forma de igual susurro.
El recuerdo de lo que había escuchado esa tarde en el depósito, estaba revoloteando en mi cabeza una y otra vez, de ida y vuelta de forma mecánica que; me continuaba martirizando con un pesar horrible. No porque me importara el rubio, para ese punto no sabía exactamente lo que sentía por Malik, pero si algo tenía en claro era que no era amor de ningún tipo, ni si quiera cariño. Había algo mucho más grave que todo lo que él había hecho y era que; aceptó ser un cínico títere de alguien que él sabía perfectamente yo consideraba mi amiga. Eso me embrutecía el aura y me dolía en cada parte de mis entrañas, no tanto, pero si parecido al resto de las cosas que gracias a él y con mi ayuda se estaban volviendo parte de ese caos que era.
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Lentejas | Secretos Eternos
RomanceLentejas: Secretos Eternos. La historia mal contada de una villana. Primer libro de la saga Amar Eternamente. Están prohibidas las copias o adaptaciones. Lucciene Rizzo, una italiana que ama las lentejas y la música. Vive en un tormento interno...