Capítulo 8

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Capítulo 8

Hay una mosca en mi sopa

"Y tal vez la locura fuera precisamente eso: una válvula de emergencia para liberar la presión de la ansiedad insoportable."

-Jonathan Franzen.


Viernes 11 de marzo del 2022

Mis noches eran melancólicas, no usaba pijama y me dormía con la ropa que llevaba puesta, las pocas ganas a hacer algo siempre ganaban. Daba giros sobre la cama envuelta entre las sábanas grises, me levantaba al baño, le daba vueltas a la casa como alma en pena y acechaba por las ventanas a la oscuridad de Vale.

Aquella madrugada de marzo me quedé de pie frente a la ventana por un par de horas, preguntándome por qué la vida no era así de sencilla, como el simple hecho de dejar pasar las horas. Luego me decidí mover al fin y encendí la luz de mi habitación. Busqué un lápiz y una hoja en blanco y me senté al escritorio, contemplando la luna que pronto desaparecería.

Al cabo de unos minutos en silencio las ideas llegaron, quería ayudar a Benedict, logré que las palabras vueltas grafito empezaran a fluir sobre aquella hoja en blanco y traté de inspirarme.

Benedict me recordaba al amor que alguna vez había sentido por el chico que luego se volvió el amo de mis pesadillas, Malik Civero.

Me imaginé como habría sido si mis circunstancias al conocer al rubio hubieran sido otras, unas en las que mi presente fuera diferente, en las que él no me lastimara de la manera en la que lo hizo, aprovechando ese amor que yo le ofrecía. Dolió un poco imaginar ese lado, pero me logré inspirar lo suficiente, funcionó.

Una hora después tenía una pequeña carta que decidí guardar en mi mochila para el día siguiente. No era cursi ni cruda, con buena ortografía. Definitivamente era buena haciendo balance entre líneas.

Esa sería la única forma en la que volvería a escribir una carta, con el consuelo de ser de ayuda para alguien más, sin que se supiera que yo lo había escrito.

Alguna vez le escribí una carta de amor a Malik, y terminó siendo la peor de mis decisiones. El amor se convirtió en mierda y me convirtió en caos.

🥣🍲🥣🍲🥣🍲

Salí de casa temprano, al igual que Blanca, a quien solo saludé antes de salir. Nuevamente ella tenía que ir a cumplir con los miles de pendientes que le encargaba mi madre, así que otra vez no la vería probablemente hasta la noche.

El clima era igual de cálido que siempre, tenía ese cielo que no me cansaba de amar. El aire de Vale era puro, sin contaminación, perfecto para llenarse de vida y disfrutar el camino, al entrar por la garganta era como si una sensación de tranquilidad se hiciera dueña de mi cuerpo.

<<Cielo bello y resplandeciente de Vale>>

Al llegar a la puerta del instituto me topé con Benedict, pensaba en preguntar por qué estaba ahí quieto sin moverse, pero cuando vi a Sofía estar cerca lo comprendí. Llegué detrás suyo, le jalé del brazo llamando su atención, su mirada se fijó en mí, pero de inmediato se devolvió hacia el frente.

-Hola, ¿hiciste la tarea de Derecho? -le saludé al tiempo que le empujaba disimuladamente.

<<El amor vuelve idiotas a las personas>>.

El amor también vuelve frágil a quien ama, a merced de que te puedan romper en cualquier momento. El amor es magnífico por su enorme capacidad de hacer trizas lo que parece inquebrantable.

Lentejas | Secretos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora