Lentejas | Secretos Eternos

Capítulo 24

Capítulo 24

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"Algún día todo tendrá perfecto sentido. Por ahora, ríete de la confusión, sonríe entre lágrimas, sé fuerte y sigue recordándote que todo sucede por una razón."

-John Mayer

VIERNES 15 DE ABRIL DEL 2022

Había logrado que Abi supiera lo de Darío, pero en cambio había obtenido unas cuantas náuseas debido a que estaba empezando a creer que yo era muy molesta y fastidiosa, a veces.

Seguramente hablé de más, pensaba. Mejor no hablaré de Malik de nuevo, creía que era lo mejor.

<<Nancy sufriendo por problemas reales, y yo allí quejándome.>>

<<Mejor me quedaré callada. Nancy de seguro tiene problemas de verdad y yo solo voy a atormentarla con los míos, sin escucharla lo suficiente. >>

De nueva cuenta, mi estómago no había querido ni un solo tipo de desayuno, ni agua había sido capaz de digerir.

Abi se había ido temprano a su casa, por lo que me había quedado sola de nuevo.

Caminando, arrastrando los pies llegué a la puerta del instituto. Esta vez no era por nada en particular, solo que siempre el insomnio hacía lo suyo.

<<Maligno ser planeador de mis días>> maldije en cuanto llegué al último edificio.

Amy estaba de pie frente al aula digital, llorando.

Un retortijón llegó a mi estómago, pero empecé a dudar el motivo de las lágrimas de Amy, Jerry estaba alejándose de ella.

El castaño caminaba por el pasillo, dejando a mi amiga en un estado más que mal.

Luego de todo ese tiempo, Jerry había vuelto.

Caminé hasta Amy mientras observaba las lágrimas en sus mejillas.

—¿Qué pasó? —pregunté una vez estuve frente a ella —¿Se murió otro de tus personajes?

Rogué porque asintiera.

—Lu...

Amy se colgó a mi cuello, poniendo sus manos a mi alrededor, los sollozos empezaron a salir de ella.

—Tranquila —dije pasando mis manos por sus hombros.

No tenía idea de porque lloraba, pero no me gustaba para nada.

Abi salió por la puerta del aula y me miró. Mientras la chica de mechas azules en el cabello continuaba colgada a mi cuello.

—Jerry... —susurró ella con la boca, apenas lo escuché.

Hice una mueca de desagrado.

—Vamos Amy —dijo Abi —tranquila.

Amy se movió despacio alejándose de mí y yendo hacia la castaña.

—Él la terminó, te cuento después —susurró Abi.

Llegué hasta el aula de Derecho, dejé mi mochila e inconsciente tomé lugar a un lado del chico de uniforme casi color azul.

Estaba sentado y frente a él se encontraba Benedict de pie, aparentemente sus expresiones, haciendo el intento de que le hablara.

—¿Qué pasó con Amy? ¿Todo bien? —le pregunté al castaño de uniforme azul.