33. Cansada

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Vanessa

Otra vez una agotadora clase. Cuando salía del salón, me encontré de nuevo con el profesor de deportes, avisando que dentro de poco son las prácticas para entrar al equipo.

No estoy segura sí hacerlo.

Esta vez rechacé la invitación de Roy para ir por un helado, prefería ir a la preparatoria a recoger a Lu, no la veía hace cinco días por temas de la universidad. Mi mamá piensa que, es porque decidí alejarme de la rubia, y la sorpresa que se dará cuando se entere de la verdad.

Apenas llegaba a la preparatoria, la rubia salía de esta, alzó su mano saludando de lejos. Sonreí caminando más rápido, y al tenerla más cerca, me lancé a abrazarla.

-Te extrañé mucho - murmuré intentando controlar mi fuerza.

-Yo también - sentí su mano acariciando mi cabello.

Me acomodé poniendo mi rostro cerca al suyo, sus labios se elevaron formando una pequeña sonrisita. «hermosa». Y corté el espacio con un pequeño beso, extrañaba tanto sus suaves labios.

Acaricié su mejilla conversando su cercanía.

-Ahora sí, estoy mejor.

-¿Alguna novedad? - pasó ambos brazos alrededor de mi cuello.

-Sí... El profesor de deportes me está invitando a ser parte del equipo de básquet.

-Obvio irás ¿No? Tienes que hacerlo, amas el básquet.

-El día de la práctica, será el mismo día que las locales.

El primer concurso del Club Stars de este año.

-Ohh... Entiendo, debes ir a tu práctica, es importante para tí - su rostro reflejó cierta tristeza, y no lo va admitir.

No me iba a perder su presentación, eso está claro.

-¿Y cómo te fue hoy? ¿Qué has estado haciendo estos días, lejos de mí? - pregunté divertida.

-¡Oh cierto! - recuerda dando un respingo - Tengo algo para ti - metió su mano adentro del bolsillo de su saco. Retrocedí un paso, mirándola sin creerlo.

-¿De dónde sacaste el cuarzo amatista? - reí bajito tomándolo con cuidado.

-Prefiero llamarlo: Piedra morada - levantó sus hombros - Su tonalidad cambia de color a partir de los 300° C. Su valor depende de su brillo, su corte y el color. ¿Sabías que estas piedras transmiten energía positiva, es un calmante y ayuda en la meditación? Igual que tú.

Un cosquilleo recorre mi estómago hasta llegar a mi pecho, haciendo que se me dificulte la respiración de la emoción.

-Gracias cielo. No me esperaba un cuarzo, y no sé si sea buena idea saber de donde lo sacaste.

-Tú me comentaste un dato de los pingüinos, tenía que regalarte una piedra.

-Lu, en el suelo encuentras muchas piedras.

-Quería salir de lo común. Y tampoco te iba a dar cualquier cosa de la calle, no, Lucía da regalos de calidad.

Reí asintiendo.

-Ven aquí - la jalé de su saco para encerrarla entre mis brazos - Gracias Lu. Pienso que deberías tener uno también.

-¿Estás tratando de decirme algo?

-No.

. . .

Días después.

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