Otra vez recorriendo la ciudad de Ohio, donde vas a conocer personas muy agradables o tal vez, personas que hubieras deseado no conocer.
En esta ciudad hay una cierta rubia, Lucía Miller, la más temida de su preparatoria por su fuerte carácter y mol...
Pequeño aviso para que no mezclen el epílogo con este Extra, es como si esto hubiera pasado antes que el epílogo. Gracias por su atención
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Vanessa
Se siente raro regresar luego de un buen tiempo encerrada en mi habitación, la escuela ha remodelado sus pasillos, cambiaron sus murales y unos cuadros donde ponían al último estudiante que representó a la institución. Regresar aquí me da nostalgia, y me llenan las ganas de querer regresar, aunque no sería lo mismo, no tendría a mi novia molestando a todos con su grandioso estado de humor.
La extraño.
He estado recibiendo fotografías de ella conociendo la ciudad, y la veo diferente, en el lado bueno, claro. Me llena de orgullo saber que allá lo está haciendo bien sin ayuda de nadie.
Y por cierto, sí me adormeció el brazo con nuestras pulseras. Fue en la madrugada, la vibración me levantó. Había tenido una pesadilla, tuve que llamarla, y conversar con ella hasta que se quedara dormida de nuevo, no pude verla, pero puedo asegurar que se veía tierna.
—Adams —me detuve al reconocer la voz de mi entrenadora, esbocé una pequeña sonrisa en modo de saludo —Me alegra volver a verte.
Aún no me acostumbro a que no me hable con autoridad, conserva su seriedad, pero por unos cuantos segundos.
Anoche me estuvo llamando en varias ocasiones, y cogí su décimo intento. Me habló con una confianza que por un segundo creí que era otra persona, fue gracioso. Me dijo que me necesitaba urgente, y que venga al instituto por la tarde.
Aquí estoy.
—¿En qué le puedo ayudar?
—Se trata del campeonato —menciona, e hice un gesto sin comprender.
—¿No se supone que la final fue hace tres semanas?
Asiente soltando un suspiro mostrando su frustración.
—Se ha atrasado la fecha en varias ocasiones por lesiones —asentí sospechando por dónde iba la conversación—Se comunicó el tema de Izzie Lodge, pero los organizadores piensan que Lodge tuvo un pequeño accidente.
—No saben que está en coma.
—No... porque sería una descalificación directa, tus compañeras no merecen esto luego de tanto esfuerzo.
Hasta este punto tenía mi ceño fruncido, entiendo a qué se refiere, pero está mintiendo sobre el estado de la capitana del equipo. Es la capitana.
Es evidente qué me está tratando de pedir, me niego a hacerlo.
—No lo...
—Espera Adams, no te apresures en tu respuesta cuando ni te he propuesto nada.
—No es necesario que lo diga, ya sé lo que me dirá.
